“El equipo compite muy bien fuera de casa, estoy contento con el equipo pese a no ganar y estoy convencido de que si competimos al nivel que ofrecimos en Oviedo, Cartagena y Huesca, tenemos muchas opciones de vencer”. Jandro Castro, técnico del Amorebieta, asume que a su equipo le queda cada jornada que pasa menos tiempo para intentar recortar distancias con los equipos que le preceden en la tabla en su objetivo de mantener viva la llama de la esperanza, un deseo que pasa por llevarse los tres puntos del exigente encuentro del domingo en La Romareda ante el Zaragoza, un conjunto pensado para el ascenso pero que, como le ha sucedido en temporadas anteriores, reincide en una irregularidad que le penaliza. El Amorebieta, con todo, está a lo suyo, sin caer en las penas o satisfacciones de sus rivales, un deseo que se detecta en la necesidad de firmar esa primera victoria que se le resiste lejos de Lezama. Es un lastre que explica en arte su delicada situación con su última posición en LaLiga Hypermotion, ya que es el único equipo que todavía no ha vencido con visitante y se ha tenido que conformar con sumar solo cuatro puntos en sus trece desplazamientos consumados hasta la fecha. Ganar sí o sí, esa es la consigna.

El conjunto azul se presentará en La Romareda en una inercia positiva porque enlaza por segunda vez este curso una tacada de tres jornadas sin conocer la derrota, una dinámica que Jandro confía prolongar en feudo maño, además de lograr ese primer triunfo como viajero: “Sorprender es difícil porque todos nos conocemos, analizas en profundidad al rival, por lo que tienes que hacer un partido muy completo, competir muy bien, defender muy bien, ya que en Segunda División da igual contra quién juegues, o lo haces todo bien o es complicado ganar, especialmente fuera de casa”, ha reflexionado en su comparecencia prepartido el de Mieres, que cuenta con las bajas de Eneko Jauregi, que sufrió ante el Albacete una profunda herida en la pierna izquierda que ha necesitado sutura, y de Álex Carbonell, que tampoco compitió ante el cuadro manchego y que continúa convaleciente de un fuerte golpe en la tibia, que “le causa mucho dolor”. Por el lado positivo, recupera a Dani Lasure, que regresaría a su casa para enfrentarse al equipo en que se curtió.

El técnico azul no ha desvelado qué sistema aplicará en Zaragoza, cuando el pasado domingo insistió en arrancar con tres centrales para recuperar su 4-4-2 a vuelta de vestuarios y que le dio mejor resultado en juego en ese segundo periodo, aunque el asturiano ha comentado que ve bien al equipo con los dos sistemas y se ha mostrado satisfecho con ambos. “Tenemos capacidad de hacerlo bien con los dos sistemas, estoy contento con los dos, con cinco ganamos al Elche y empatamos en Huesca. El otro día estuvimos mejor con el 4-4-2 y tendremos que ver qué requiere el partido para tomar una decisión”, ha concretado Jandro, satisfecho también con las prestaciones de su equipo en las jornadas precedentes, tanto en el matiz defensivo, “encajamos poco”, como en el ofensivo, “generando muchas ocasiones, aunque falta concretar más”. “Estoy viendo una versión del equipo que me gusta mucho y espero que salga el domingo ante un Zaragoza herido y que nos lo pondrá muy complicado”, ha recalcado el entrenador azul, que no quiere lamentarse de las ausencias, “porque arriba tenemos varias alternativas”.

El Amorebieta se cita el domingo con un Zaragoza que no ha ganado en las tres últimas jornadas, una mala racha que le puede causar “nerviosismo conociendo la exigencia del público de La Romareda”, si bien Jandro espera a un rival muy poderoso. “Del Zaragoza me preocupa todo, tiene buenos jugadores, buen entrenador... Mira hacia arriba aunque se haya ha quedado en zona intermedia, nos va a querer ganar, saldrá muy fuerte y nosotros tenemos que salir igual para contrarrestar. Es un equipo que centra mucho al área, debemos defender esos centros laterales, juega bien al fútbol y tenemos que estar encima, es un equipo que maneja muchos registros”, ha declarado Jandro, que reclama que su equipo “entre bien al partido” ante un rival que le puede pesar la presión con el paso de los minutos.