Koldo García, el asesor de Ábalos investigado por un fraude con mascarillas, fue jefe de servicio de la empresa de seguridad Serramar en El Sadar a principios del 2000. Era la persona más cercana al entonces coordinador de seguridad de Osasuna.

Algunos habituales del estadio lo recuerdan aún por su físico imponente. La empresa le despidió porque falseaba las horas de trabajo y pedía cobrar en negro, según una publicación.