Con un doblete y una asistencia, Erling Haaland volvió a demostrar su superioridad en un derbi de Mánchester que controla a la perfección y en el que, una vez más, quedaron patentes las diferencias entre un City excelso y un United más que perdido (0-3).

Los dos goles del cyborg noruego, que el año pasado en su primer derbi hizo un hat trick, fueron la consecuencia del dominio que el City se ha acostumbrado a pasear los últimos años sobre un United que ni en un día que era para homenajear a Bobby Charlton –una bandera ocupó su lugar en Old Trafford– tuvo el coraje y el fútbol suficiente para competir el encuentro. La goleada de los de Pep Guardiola puso su primera muesca cuando el VAR llamó al colegiado para que revisara un agarrón de Hojlund a Rodri en una falta lateral.