El fútbol base vizcaino volvió a verse sacudido el pasado fin de semana por un caso de violencia tras la agresión que sufrió el entrenador del Sestao River B juvenil, Marcelo Ocampo, a la conclusión del partido que su equipo disputó ante el Portugalete C en Los Llanos por parte de un joven de unos 20 años de edad que le propinó un puñetazo, ya localizado y sobre el que pesa una denuncia formal por parte del agredido, en el rostro que le dejó semiconsciente y le causó lesiones en el tabique nasal, en el labio y en dos piezas dentales. Ante la gravedad de los hechos, el Comité de Competición de la Federación Vizcaina de Fútbol ha dictaminado el cierre del campo de Los Llanos durante los tres próximos encuentros que juegue como local el equipo jarrillero, al que también le sanciona económicamente con una multa de 300 euros.

La entidad presidida por Edu Rivacoba, que esta tarde-noche celebra su Asamblea General de socios, ya había tomado la primera medida penalizadora por iniciativa propia, ya que impedirá la entrada tanto al campo de Los Llanos como al de La Florida, donde disputa sus encuentros el primer equipo jarrillero que milita en Tercera RFEF, al agresor, que es, además, hermano de un jugador del Portugalete C, quien ha abandonado el equipo por este motivo.

La Junta Directiva del Portugalete valorará en las próximas horas si presenta alegaciones a una sanción que quizá no haya sido tan grave como se esperaba, al mismo tiempo que estudia si ampliar la denuncia como parte afectada por la agresión a Marcelo Ocampo, en el sentido de reclamar al propio agresor la cantidad de esos 300 euros de la multa por ser el causante de los sucesos y in descarta solicitar una indemnización añadida.