Licenciado en ADE, es también getxotarra y vecino de Las Arenas, y, además, es hijo de Amaia Gorostiza, presidenta del Eibar, aunque no se siente cómodo cuando le cuestionan sobre este asunto familiar, que prefiere que se quede en eso, en algo íntimo. Así y todo, Jorge Bengoetxea (Getxo, 19 de diciembre de 1996), jugador explosivo por banda izquierda y obsesionado del fútbol, intuye un derbi a cara de perro y destaca que este Gernika “va a más”.

Ha estado unas semanas parado. ¿En qué ha consistido la lesión?

Me dieron un golpe entrenando y pude jugar contra el Alavés B, aunque lo hice vendado, empastillado, y debe ser que al final por la tensión y del vendaje fue a más, a lo que se añadió una contusión.

Después de estar tres partidos sin jugar, imagino que tendrá mono ya de volver a hacerlo otra vez.

Si, me muerdo las uñas todos los días. Estoy con unas ganas enormes, llevo tres encuentros sin jugar y a ver si puedo tener minutos ya esta semana, en caso de que el míster pueda contar conmigo.

Lo haría ante el Arenas, su exequipo y el equipo de su pueblo. ¿Qué le dice la cabeza?

La verdad es que estoy tranquilo. Es especial siempre jugar contra antiguos compañeros o antiguos clubes donde has estado, y en este caso ante el equipo del sitio de donde soy yo. Sí que es un encuentros especial, pero no deja de ser un partido más. Y la cabeza centrada en mi equipo, que es lo importante.

Quizás sea hasta socio del Arenas.

De momento yo no soy socio de ningún equipo, solo cuando pertenezco al club donde juego, pues sí que me hago socio. Pero intento permanecer un poco al margen de todos esos temas. Este año, eso sí, ya no tengo el carné del Arenas.

¿Y qué le dice la cuadrilla?

Los amigos están contentos de que me haya recuperado, de que pueda jugar contra el Arenas y de seguido contra el Barakaldo. Son equipos en los que yo he estado. Obviamente me apoyan a mí, por eso están contentos también ellos.

¿No se siente una especie, entre comillas, de traidor?

Qué va, para nada. La verdad que no, que el fútbol es así. Tanto el Arenas como yo no llegamos a un acuerdo. Surgió la opción del Gernika y satisfecho con la oportunidad que me han dado y ante la que quiero responder al máximo.

¿Por qué no renovó?

Terminé el año lesionado y estuve esperando a ver si me salía alguna cosa fuera, ya que me llegó el interés de algunos equipos. Y posiblemente de tensar la cuerda las dos partes... Ya sea por hache o por be no llegamos a un acuerdo.

Porque el año pasado sí jugaba con asiduidad.

Sí, sí, menos cuando estuve lesionado. Por desgracia estuve bastante tiempo tocado de las dos rodillas, pero lo cierto es que disfruté jugando, estuve muy a gusto y por ese aspecto con el club y la directiva no ha surgido ningún tipo de problema. Yo tengo una muy buena relación con todo el mundo y, gracias a Dios, salí bien de ahí.

También tiene pasado en Lezama, ¿qué huella le ha dejado?

La verdad es que estuve poco tiempo y no pude disfrutarlo como hubiera deseado. Lo que estuve evidentemente fue, ¿qué le voy a decir? El trato y la gente son increíbles. Lo que me dejó Lezama se resume en todo lo que pude aprender, además de los compañeros y amigos que me llevé de allí.

¿Con quiénes coincidió en el Basconia?

El míster era José Luaces y de compañeros, estuve con Unai Simón, Andoni López, Mediavilla, Gorka Guruzeta, Unai Núñez… una generación bastante importante.

¿Cómo se define?

Me defino como un jugador con mucho recorrido, que puede jugar tanto de extremo como de lateral. Mi posición ideal creo que es el carril. Y con mucha potencia y recorrido. Esos aspectos son los que más me caracterizan.

¿Es impulsivo?

Pues la verdad es que con el paso del tiempo y los años he ido a menos. Que no se me mal interprete. Antes, obviamente, tenía el mal perder, entre comillas, de ser un niño. Y ahora, con la madurez que te dan los años y la experiencia, tienes que estar más centrado en los partidos y saber en qué cosas tienes que entrar y en cuáles no.

¿Qué derbi espera?

El Arenas de este año es de un perfil muy agresivo, juego directo, con jugadores que disputan muy bien. No sé si nos saldrán a presionar alto, si nos saldrán a esperar, pero, así y todo, va a ser un partido muy disputado y con muchas ocasiones para los dos equipos.

¿Qué le dice el dato de que el Arenas no haya encajado gol alguno lejos de Gobela?

Pues que es un equipo que está muy bien trabajado, defensivamente es muy contundente y quizás es un poco lo que nos pudo faltar el año pasado, un poco más de veteranía o madurez en el sentido de manejar los partidos.

¿Y este Gernika?

Somos un equipo que está yendo cada vez a más. Yo soy de los que siempre digo que al final las primeras semanas igual con un equipo tan nuevo hay que hacerse, conocerse, coger los mecanismos que se han usado y poco a poco se está viendo. Igual llevamos los últimos dos partidos un poco más espesos, menos claros, pero al final no nos preocupa y el equipo va a ir a más.

¿Le obsesiona el fútbol? Dicen que es un chaval que tiene estudios universitarios, que es tranquilo…

He cursado Administración y Dirección de Empresas en la facultad de Sarriko, pero mi vida es el fútbol, mi día a día es el fútbol, veo fútbol y aparte que en casa lo he mamado desde pequeño. El fútbol es la primera palabra que digo en el día y la última que digo.

Además, su madre es la presidente del Eibar, por lo que el fútbol en su casa...

No me gusta hablar tampoco mucho de estas cosas. Mi madre trabaja por su lado, yo por el mío... Ella dirige un club, yo no. Su función está relacionado más con una empresa, no tanto en el fútbol a pie de campo, pero podemos decir, sin más, que estamos en el mismo sector. No solemos hablar mucho de lo que es el fútbol, simplemente nos apoyamos, yo a ella y ella a mí.

Bueno, su futuro también podría ser dirigir a un club a tenor de sus estudios.

Nunca se sabe. Mi idea tampoco es dirigir como tal un club, sino más relacionado con el apartado deportivo, un poco más especializado. l