Iker Unzueta (Abadiño, 4 de agosto de 1998) es el pichichi de la SD Logroñés, rival del Amorebieta, equipo en el que militó las dos temporadas pasadas y del que guarda grandes recuerdos, como el del ascenso a Segunda División en junio de 2021 tras superar al Badajoz en El Vivero. “Fue un momento brutal”, explica el vizcaino, consciente de que “es verdad que me falta ser un poco más egoísta”.

Menudo partido el del domingo, con la comparecencia del líder en Las Gaunas. ¿Se esperaba el poderío de este Amorebieta?

—Entre todos los equipos que supuestamente estarían arriba, no me esperaba que el Amorebieta fuera el líder a estas alturas. Es verdad que le he visto mucho este año, está compitiendo muy bien y se merece estar ahí. Cada uno está donde le corresponde.

También es un encuentro especial para usted, porque se vuelve a reencontrar contra su exequipo.

—Sí, siempre es especial encontrarte con tu exequipo, te hace ilusión y si hubiéramos llegado a ganar en Castellón, habría sido aún un partido más bonito porque al final nos apretábamos más cerca del play-off, pero es verdad que va a ser bonito igual, porque nosotros también tenemos el objetivo de entrar en la Copa.

¿Han descartado el objetivo del ‘play-off’ aunque se encuentren a cinco puntos de esas plazas?

—No, no. Vamos a seguir currando y si hay opciones… Intentaremos ganar los tres partidos que quedan y ver los resultados de los otros equipos.

Para ello, deben ganar al Amorebieta sí o sí.

—Tenemos que sumar los nueve puntos, porque si no, sería ya muy difícil.

Además, el Amorebieta puede ascender si vence en Las Gaunas y no lo hace el Eldense en Soria ¿Se sienten presionados porque también necesitan sumar?

—No tenemos ninguna presión y vamos a salir a ganar, porque nos estamos jugando mucho también. Ellos tampoco tienen ninguna presión, igual un poquito más que nosotros. Si ganan, pueden decir: ya tengo medio ascenso o el ascenso. Y eso motiva.

¿Cuál es el ADN de la SD Logroñés?

—El grupo que hemos hecho desde el primero al último, con entrenador, plantilla. Todos somos una familia y eso es lo que te lleva a estar así en el equipo, a gusto.

¿Y el perfil futbolístico?

—Creo que jugamos muy bien al fútbol, el cuerpo técnico trabaja mucho, estudia en profundidad al rival y nosotros también trabajamos nuestra manera de jugar.

¿Qué partido espera?

—Un partido duro, en esta categoría todos son jodidos y todavía más con un Amorebieta que viene de ganar seis de seis y con el objetivo de que si vence, podría ascender. Nos jugamos mucho los dos equipos y hay que ir a darlo todo.

En Urritxe hizo un doblete, aunque no sirvió para evitar la derrota de su equipo.

—Sí, la verdad que hice un doblete pero no sirvió para sacar punto alguno, pero bueno a ver si marco en Las Gaunas y vale para sumar.

¿Le da un plus jugar contra el Amorebieta?

—Igual puede tener algún plus, pero a mí me motivan todos los partidos la verdad y más en los que en los que hay mucho en juego.

Emerge este curso como un jugador importantísimo en su equipo, con un rol importante, ya que es el pichichi con 13 goles. ¿Estamos ante su mejor versión?

—Es mi mejor año futbolísticamente, con goles, minutos... Estoy muy contento porque desde el principio el entrenador (Raúl Saénz del Rincón) me ha dado mucha confianza y me la sigue dando.

¿Le obsesiona el gol?

—De partida no me obsesiona, aunque cuando llevas varios partidos sin meter te dices: quiero ayudar al equipo con algún gol.

Existe el mantra de que el delantero es egoísta. ¿Es así?

—Sí, eso dicen, pero sinceramente, no. Debería serlo más, mis compañeros así me lo dicen. No he sido nunca un nueve referencia y este año lo estoy siendo. El otro día también tuve una para chutar desde fuera del área con la zurda, iba a chutar y escuché a un compañero mío, pensé que estaba solo y fui a pasarle en vez de chutar. Es verdad que me falta ser un poco más egoísta.

Igual si hubiera chutado, habría acabado en gol.

—Eso no se sabe, pero hay que probar y cuando chutas pasan cosas.

Pero tener más hambre de hacer gol, ¿no cree que le permite atreverse a más cosas ?

—Sí, porque tienes en mente el gol, intentas hacer todo lo que puedas para meter el gol. El delantero, al final, vive del gol.

¿Tiene algún jugador referencia?

—Es verdad que me fijo mucho en Benzema Al final es un delantero diferente, de los que dejan huella.

¿Es autocrítico?

—Sí, lo soy bastante. A mí me gusta ponerme metas y hay que ser autocrítico para intentar llegar en el fútbol a lo más alto posible.

En el Amorebieta vivió ese histórico ascenso a Segunda División en El Vivero. ¿Cómo recuerda aquel momento?

—Fue brutal. El estadio supuestamente no podía estar lleno por el tema del covid-19 y supuestamente tenía que estar al 60%, pero estaba reventado y la verdad es que fue increíble.

De aquel Amorebieta al actual solo quedan dos excompañeros suyos, Iker Seguín y Unai Marino. ¿Ha hablado con ellos estos días?

—Hablo con ellos y me dicen que están haciendo algo increíble. También me dicen que no les meta goles.

Y compitió la temporada pasada en LaLiga SmartBank. ¿Se quedó conforme con su protagonismo o considera que podía haber tenido más presencia?

—El jugador es egoísta y siempre quiere más. Es muy difícil porque estabas con jugadores muy buenos, pero sí que es verdad que me hubiera gustado jugar más, estaba bien, ves el día a día y crees que te mereces más, pero decide el míster. Estoy muy contento de haber estado en la Liga Smartbank, a ver si algún día podemos volver y hacerlo mejor.

O sea, que no continuó porque no tenía minutos con Haritz Mujika.

—No jugaba mucho y ya tenía decidido salir, quería una experiencia buena y así ha sido.

¿Y está haciendo un máster en la SD Logroñés?

—Dar un pasito atrás a veces viene bien, he jugado muchos minutos y la verdad es que me están saliendo bien las cosas. He firmado por un año y nunca he cerrado puertas a nada.