Álvaro Iglesias (Galdakao, 7 de noviembre de 1997) es un chaval cercano, lo que se entiende como un currante del fútbol, como lo demuestra en el Portugalete, en el que es el pichichi con siete goles pese a que recaló en el club jarrillero en la quinta jornada tras iniciar la campaña en el Zamudio, de División de Honor. Cursa en la Escuela Superior de Ingenieros en Bilbao cuarto y último curso de Ingeniería Electrónica, su prioridad a día de hoy, pero sin olvidarse del fútbol, donde no se marca un techo. Así y todo, es ambicioso y reconoce que si el Portu no se mete al final de campaña en el play-off de ascenso, supondría “un fracaso y no nos podemos permitir que pase eso”.

El Portugalete parece haber enderezado el rumbo tras sumar siete de los últimos nueve puntos, pero le cuesta horrores sacar los partidos adelante

—En esta categoría son todos los partidos muy igualados y es cierto que nos está costando ganar, pero lo importante es sacar adelante los partidos. Sí queremos tener un poco más de solvencia y ganar con mayor comodidad.

Ante el Aurrera de Ondarroa, en la última jornada, anotó su séptimo gol del curso. ¿Está en su mejor momento como futbolista?

—Diría que sí. Las cosas me van saliendo, aunque el año pasado también fue muy bueno en lo personal, pero se trataba de una categoría inferior (Militó en el Zamudio, en División de Honor) y esta temporada he dado un paso adelante.

¿Se considera un nueve a la vieja usanza?

—No, porque tengo bastante movilidad. Diría, sobre todo, que soy un delantero centro moderno, con cosas del ariete antiguo. Me gusta moverme en los espacios y genero muchas acciones de peligro en beneficio del equipo.

¿Un delantero goleador es egoísta? ¿Se enfada cuando no marca?

—Yo, personalmente, sí me enfado. Cuando acaba el partido y no he marcado… Bueno, también miro si el equipo ha ganado y ha jugado un buen partido. Si el equipo no gana y además no he marcado, no puedo estar contento.

¿Tiene un delantero referencia?

—Cuando era pequeño me gustaba Ronaldo Nazario (exjugador del Inter, Barcelona y Real Madrid, entre otros), me gusta también (Karim) Benzema… ese tipo de delanteros cracks de los que quieres coger cosas.

Su caso es llamativo, el Portu le reclutó iniciado el curso desde el Zamudio, de Honor, y se hizo un hueco en el once desde el primer día. ¿Cómo se gestó la operación?

—Un lunes (el pasado 10 de octubre) recibí la primera llamada, hubo un tira y afloja y el jueves (13 de octubre) ya tenía el O.K. del Zamudio, el viernes entrené y el domingo jugamos en casa ante el Aurrera de Vitoria y, por necesidades, salí de inicio. De ahí, hasta esta fecha.

¿Qué papel jugó Patxi Salinas?

—Jugó un papel importante, uno de aquellos días me llamó y si ya tenía pocas dudas para venir, se me quitaron todas con esa llamada. Cuando él ha estado aquí como entrenador, el trato que tuvo conmigo fue espectacular.

Un Patxi Salinas que dimitió por, además de por los malos resultados, por su falta de sintonía con parte del vestuario. ¿Puede hacer la plantilla la cama a un entrenador?

—Creo que no. Esto es el Portugalete, un club muy grande, y los jugadores no tenemos tanta mano para eso.

O sea, que no se le hizo la cama.

No, rotundamente.

¿Se siente la presión de jugar el Portu?

—Es una presión bonita, a mí me gusta venir a jugar, ver la grada llena, me encanta. Lo que sientes no es presión, sino responsabilidad. La gente se ha molestado en venir a verte, sienten al Portu y lo que deseas es corresponderla.

Volviendo al asunto del entrenador, ha llegado Iban Fagoaga al banquillo y también es uno de los fijos. ¿Qué diferencia hay respecto a la etapa de Patxi Salinas?

—En el estilo de juego no creo que sean muy diferentes las dos ideas. Igual sí ha cambiado la manera de presionar al rival, pero yo no noto demasiados cambios.

¿Con 25 años se marca un listón o sus preferencias son sus estudios de Ingeniería Electrónica?

—Quiero acabar la carrera y en el fútbol hasta donde me dé. No me quiero marcar un techo.

Aunque se ha puesto en el escaparate con sus números en el Portu.

—Es lógico, porque jugamos al fútbol para eso, pero es algo que no me descentra de los estudios.

La segunda vuelta arranca, en su caso, el sábado ante el Leioa en Sarriena. ¿Supondría un fracaso monumental no meterse en el play-off para un equipo del presupuesto del Portugalete y con una plantilla de nivel?

—Sería una fracaso y no nos podemos permitir que pase eso. Está claro que el Barakaldo está por encima, porque es increíble su recorrido hasta el momento y es de admirar.