Joseba Núñez es una de las cabezas visibles del nuevo Barakaldo, que ha salido de las catacumbas financieras con su reconversión en sociedad anónima, que ha permitido a la entidad fabril renacer, hasta el punto de que su primer equipo lidera con una renta de diez puntos sobre el segundo clasificado el grupo IV de Tercera RFEF, donde el resto de 15 clubes le consideran el gran favorito al ascenso directo. Su director deportivo se mantiene cauto, no quiere vender la piel del oso antes de cazarlo: “Podríamos tener baches como todos los equipos”.

¿Cuál es su valoración recorrido el primer tercio de liga?

—Muy positiva. Hemos ganado nueve partidos y hemos empatado uno, ante el Basconia, nos han metido solo dos goles en contra, el equipo también está metiendo goles, fuera de casa hemos ganado los cinco partidos y no hemos recibido gol alguno… Independientemente de los números, las sensaciones son buenas. El equipo juega bien, muy intenso, es muy competitivo, muy ambicioso y se refleja en el campo.

Este dominio brutal del Barakaldo ha sorprendido a propios y extraños, cuando, con solo diez jornadas disputadas, saca diez puntos al segundo clasificado.

—Es verdad que la diferencia es grande, pero yo sí esperaba que el equipo iba a estar muy bien. La Tercera está muy igualada, aunque nosotros nos hemos escapados un poco, pero es cierto que los equipos se están quitando puntos. Entre el cuarto puesto al décimo van a estar entre cuatro o cinco puntos.

¿Debería pasar una hecatombe para que el Barakaldo perdiera el liderato?

—No podemos pensar en ello ni para bien ni para mal. Hay que ir partido a partido, como si fuera el último y no vamos a pensar si sacamos equis puntos o dejamos de sacarlos. Lógicamente, podríamos tener nuestros baches, como los pueden tener todos, pero sí es verdad que la diferencia que tengamos en un momento dado nos puede servir para amortiguar ese bache. No vamos a mirar la clasificación.

¿Cuál es el ADN de este Barakaldo?

—Es un equipo muy intenso, muy agresivo, presiona muy arriba al contrario, juega muy vertical, llega con mucha gente al área, no especula y nunca da un paso atrás aunque vaya ganando. En el partido anterior ante el Anaitasuna fuimos en busca del segundo gol y al final nos hicieron una contra en la que casi nos empatan.

Ha puesto el acento en el dato de solo haber encajado dos goles. ¿Cómo explica esta solvencia defensiva?

—Se debe a la calidad de los jugadores. No somos un equipo que vayamos a defender y en ningún campo hemos salido a ello. Atrás sí nos guardamos rápido las espaldas, tenemos un guardameta (Jon Tena) de categoría, de experiencia y que está muy bien, los centrales combinan experiencia con juventud. A pesar de ser valientes al jugar con defensa adelantada, solo nos han metido dos goles.

Como director deportivo, tendrá algo de culpa de este Barakaldo líder. ¿En qué medida ha acertado en la captación de jugadores y en la figura del entrenador, Imanol de la Sota?

—Cuando me llega el proyecto, veo partidos, jugadores, tengo una base de datos muy buena. Muchas veces conoces al jugador que ves en el campo, pero con lo que más satisfecho estoy es con el jugador como persona, que para mí es muy importante. Lo que más me interesa es el trato, el hablar con él, el verle… Son chavales extraordinarios.

Hablando de jugadores, ha fichado a Orozko, Urkiza, Huidobro… Jugadores que le han dado un plus ofensivo.

—Son jugadores que venían de Tercera, de Segunda y de Primera RFEF. Sabemos el nivel que tienen, pero hay que demostrarlo y lo están haciendo.

¿Se nota el dinero que ha entrado al convertirse el club en sociedad anónima?

—Eso es lo de menos, es un tema de gestión. El Barakaldo ha tenido una serie de problemas que se van solucionando, se van pagando lo plazos y eso da tranquilidad a la hora de trabajar, pero no es cuestión de que aquí estemos tirando la casa por la ventana. Somos un club normal, que miramos con lupa los números, somos austeros.

¿Sienten la presión, que se les pida subir sí o sí?

—La afición del Barakaldo siempre ha sido muy ambiciosa y ahí está su historia. Yo veo a la gente muy ilusionada, contenta e, independientemente de los resultados, se identifica con el espíritu del equipo. Vas a Leioa y ves a gente mayor animando.

Bueno, es que el Barakaldo ganó 0-6 al que era segundo clasificado.

—Más que el resultado, insisto, son las sensaciones y es lo que también valora el aficionado.

¿La solvente victoria sobre el Portugalete supuso un punto de inflexión?

—Ha habido varios puntos de inflexión. Me acuerdo del día del Urduliz, con empate a 1-1 y media hora con uno menos fuimos a ganar el partido, ante el Vitoria también ganamos pese a sufrir una expulsión en el minuto 40 y el día del Portu, que era un mano a mano, nos salió un buen partido.