Jurgi Oteo (Barakaldo, 29 de agosto de 1996) es un futbolista de autor. Durante su etapa en Lezama, el hoy jugador del Arenas, equipo del grupo II de Segunda RFEF, asomó como un valor de futuro. Fue clave en el ascenso del Bilbao Athletic a Segunda División en 2015, pero, como asegura en la entrevista concedida a DEIA, “no se dieron las circunstancias” para dar el saltar al primer equipo rojiblanco. Antes de recalar en la entidad rojinegra, ha militado en el Basconia, Bilbao Athletic, en dos etapas; Barakaldo, en tres; y Sabadell, con el que también ascendió a Segunda División en 2020. Extremo habilidoso, defiende sus características, dice que el objetivo el Arenas en el ascenso y cree que, a sus 26 años de edad, “soy más inteligente como futbolista”.

El Arenas arrancó la liga como una moto y parece que se ha gripado en estos dos últimos partidos con sendas derrotas. ¿Les ha podido la presión de estar ahí arriba?

—Tenemos un equipo joven, con bastante correa que nos ha permitido estar muy bien los cuatro primeros partidos. Seguimos estando bien, pero estas dos últimas derrotas nos han venido bien, entre comillas, para darnos cuenta de dónde estamos, que debemos tener los pies en el suelo. Tenemos que seguir trabajando y dar caña hasta el último momento.

Javier Olaizola, el entrenador, no estará contento por haber encajado seis goles en estos dos partidos.

—Es uno de los aspectos a trabajar, porque en esta categoría hacer gol es bastante difícil, los equipos se cierran atrás y dejar la portería a cero es un punto a favor.

Mantienen la segunda plaza.

—Es lo positivo y no hay que comerse la cabeza mucho, porque esto es muy largo, hay que ser constantes para seguir arriba.

¿A qué aspira este Arenas?

—Al ascenso. Así nos lo ha dicho el club, que este año tenemos que quedarnos en play-off para tener opciones de ascenso. Está muy claro.

Eso es ser ambicioso.

—Se ha hecho un equipo joven, que trabajándolo puede dar muchos frutos a corto plazo.

Hablando de juventud. ¿A sus 26 años se considera un veterano?

—(Risas). Como un veterano no me veo, pero con el equipo que tenemos… Salvo tres veteranos, por decirlo de alguna manera, que tenemos 26 años o poco más, el resto tiene de 18 a 23 años. En cuanto al equipo, sí podría decir que soy veterano, pero en la categoría ni por asomo.

¿Qué le pide el míster?

—Mucho trabajo, sacar el balón jugado, llegar arriba…

¿Cuáles son sus sensaciones?

—Me estoy sintiendo cada vez mejor, me encuentro a gusto en el campo con el balón y con la ayuda de todo el equipo deben salir bien las cosas.

¿En qué ha cambiado Jurgi Oteo respecto al que brillaba en el Bilbao Athletic con 19-20 años?

—Como futbolista, creo que ahora soy más inteligente, saber cuándo hay que encarar, cuándo tomar las mejores decisiones y, personalmente, como todo en la vida, si te están dando hostias, tienes que aprender de ello.

Hablando de su perfil como futbolista. Hay quien dice que en ocasiones peca de individualista, de recrearse en el regate… Defiéndase.

—Se ve en categorías más altas, el que quiere encarar al rival todo el rato son los que valen. Es una de las características, creo, buena para mí, que no hay que cambiarla y sí pulirla.

¿Es un futbolista de carácter, de personalidad?

—La verdad es que años atrás sí que me costaba mantener la cabeza fría en determinadas situaciones, controlar las pulsaciones… Con los años vas aprendiendo a controlarte.

Fue artífice del ascenso a Segunda División del Bilbao Athletic de Kuko Ziganda, jugó 14 partidos en la categoría de plata, salió de Lezama, volvió, salió de nuevo… ¿Por qué no llegó a dar ese paso adelante cuando asomaba como uno de los valores de Lezama?

—Dar el salto al primer equipo es muy difícil y para ello se tiene que dar una serie de circunstancias que al final no se dieron, por lo que tuve que salir y buscarme la vida por otro lado. Tampoco hay que lamentarse y uno debe seguir adelante.

Se marchó de casa por primera vez para fichar por el Sabadell, con el que consiguió también el ascenso a Segunda División, pero tuvo el lastre de la lesión de menisco.

—Estuve bastante tiempo en el dique seco. Fue una lesión bastante grave, me tuvieron que operar y de seguido llegó la pandemia del coronavirus. Fue una situación rara, pero también fue una bonita experiencia por vivir un nuevo ascenso.

¿Qué entrenador le ha marcado?

—El que más me ha marcado fue Vicente Gómez en el Basconia. Tenía una relación muy buen con él y crecí mucho como jugador con él.

¿Es el Sestao River el máximo favorito al ascenso directo?

—He jugado con muchos futbolistas que están en el River y lo cierto es que tienen un equipazo. Estoy convencido de que va a quedar arriba, no ser si subir o no, porque no es sencillo ser constantes y acabar primero. l