No hay tregua en el seno de la Federación Española de Fútbol. Desde que Luis Rubiales asumiera la presidencia del organismo el 17 de mayo de 2018 apenas discurre tiempo entre polémica y polémica. Esta última vuelve a poner en cuestión la neutralidad del presidente al frente del organismo que rige.
Entre los jaleos en los que se ha visto envuelto el presidente aparecen el despido de Julen Lopetegui a dos días del comienzo de la Copa del Mundo de Rusia una vez conocido que el técnico tenía firmado un supuesto preacuerdo para hacerse con el banquillo del Real Madrid; la decisión de trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudí bajo el cobro de comisiones que al parecer afectaban de manera directa a su salario al frente de la Federación, variables a las que por otra parte Rubiales renunció; conversaciones con jugadores como Sergio Ramos y Gerard Piqué en las que se solicitaba la inserción en convocatorias de la selección española en el primer caso o acuerdos económicos en forma de comisiones en el segundo; escándalos con la selección española femenina por la renuncia de varias futbolistas a vestir la camiseta de España mientras Jorge Vilda permaneciera como seleccionador; denuncias de espionajes al jefe del Sindicato de Futbolistas; huelgas de árbitras que exigían una mejora de sus condiciones; tiranteces con LaLiga por la ubicación en el calendario de partidos los lunes y los viernes; denuncias del propio tío de Rubiales y miembro del gabinete del presidente en la Federación por invertir dinero del propio organismo en la organización de orgías; el supuesto pago irregular de un piso de lujo…
En relación a varios de estos asuntos, Rubiales denunció una campaña de desprestigio carente de fundamentos o pruebas y emprendió acciones legales contra el presunto robo de información privada.
El nuevo capítulo de la turbulenta estancia de Rubiales en la presidencia son unas conversaciones privadas hechas públicas por El Confidencial y que se enmarcan dentro del grupo de archivos denominado Supercopa Files, nombre que se debe al supuesto acuerdo entre Rubiales y Piqué de 24 millones de euros de comisión por el traslado de la Supercopa al país saudí. Hechos que investiga el Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda, así como la Fiscalía Anticorrupción.
“Manifestamos nuestra condena ante los graves desprecios del presidente de la Federación”
En estos últimos diálogos de WhatsApp dados a conocer, que corresponden al 18 de enero de 2020, el presidente mantiene conversación con varios familiares, entre ellos su padre, Luis Manuel Rubiales, exalcalde socialista de Motril que fue procesado en el caso de corrupción de los ERE. Todo transcurre mientras se desarrolla un partido entre el Real Madrid y el Sevilla, en la jornada 20 de LaLiga, que se decidió en favor de los madridistas (2-1).
“A ver si nos cepillamos a los palanganas estos. Son el segundo equipo que peor me cae de todos”, dijo Rubiales. “Sí, y a mí. Valencia y Sevilla”, respondió el progenitor. “A mí en este orden Villarreal, Sevilla y Valencia”, añadió el presidente, que es el máximo responsable de una Federación de la que depende el Comité Técnico de Árbitros.
“¿Y qué me dices de Pepe Castro -presidente del Sevilla-?”, preguntó Luis Rubiales en el chat, a lo que su padre contestó: “Otro capullo integral. Con la prepotencia de la sevillanía, que se cree que son lo mejor del mundo. Payaso”.
La polémica anulación de un gol del Sevilla hizo estallar ese mismo día al director deportivo del club andaluz, Monchi. “Me niego a analizar el partido táctica-técnicamente porque esa jugada es muy clave. Es absurdo analizar a partir de ahí nada. Estamos muy enfadados, indignados”, expresó. Rubiales, atento a las declaraciones, escribió por el chat: “(Risas). Me están poniendo fino por el VAR”.
Además, también se refirió al Atlético de Madrid con términos despectivos: “Y el patético, ¿dónde?". A lo que su progenitor dice: “Me dan pena porque son unos cenizos. Gil me cae bien y Cerezo es un carota”.
“Es una falta de respeto”
Los comentarios alimentan las dudas sobre la integridad del presidente al frente de una Federación que debe impartir justicia, al igual que en su día se reveló que su sueldo de presidente estaba sujeto a la clasificación del Barcelona y del Madrid en la Supercopa de España. Por ello, Sevilla, Villarreal y Valencia emitieron un comunicado conjunto condenando “el desprecio y la falta de respeto”. “Ante la información publicada sobre unas presuntas afirmaciones de Luis Rubiales, el Sevilla, el Valencia, el Villarreal desean manifestar su condena de forma conjunta los graves desprecios del presidente hacia nuestros clubes”, reza la notificación de los clubes.