bilbao- Mikel Villanueva (Venezuela, 14 de abril de 1993) asoma cierta desazón por no poder jugar un encuentro que le genera sentimiento. Él es venezolano, pero su abuelo era bilbaino y a la vez seguidor del Athletic. El hoy central del Reus, cedido por el Málaga (jugó quince partidos en Primera División en el curso 2016-17), llegó incluso a sonar en su día como posible fichaje rojiblanco.

¿Cómo se encuentra de la lesión que sufrió diez días atrás?

-Estoy bien. La lesión me la produje ante el Almería en una acción que me la hice yo solo. Tengo un esguince de rodilla y por suerte se quedó en eso, en un susto, porque pudo ser peor. Espero volver en un mes.

Hasta la lesión lo estaba jugando todo con el Reus.

-Así es. Tenía un protagonismo importante, pero esto es fútbol. Este tipo de cosas pueden pasar en cualquier momento y lo que hay que hacer es trabajar y progresar día a día para recuperarse bien.

Un percance que le impide jugar con su selección ante Euskadi.

-Me habían llamado y estaba convocado. Es una pena no poder asistir, pero trabajaré para poder estar en la próxima convocatoria.

Para usted, ¿jugar contra Euskadi habría sido especial?

-Claro que sí. Mi familia es de ascendencia vasca por parte de mi abuelo paterno. Hace un tiempo (2007) jugó Euskadi en Venezuela y toda la familia fuimos a ver el partido. Hubiera sido bonito competir el viernes.

Matice un poco más lo referente a su ascendencia vasca.

-El padre de mi padre es vasco, salió de Bilbao y se fue a Venezuela, donde echó raíces.

¿Ha llegado a visitar la tierra de su abuelo?

-No tuve la oportunidad. He conocido a algunos familiares que tengo en el País Vasco, a los que he visitado cuando he jugado allí.

De esa ascendencia vasca viene su nombre y el de sus hermanos.

-Por deseo de mi abuelo, que se lo pidió a mis padres. Yo soy el mediano; Iñaki, el menor, e Iker, el mayor.

A usted le denominan vasco-venezolano. ¿Es así?

-Yo sí me considero así, como toda la familia por parte de mi padre (Javier). Tanto mi padre como mis hermanos decimos que somos vasco-venezolanos y de ahí que tengamos la doble nacionalidad.

Su caso ofrece cierto parangón con el de Fernando Amorebieta, pero no es lo mismo.

-No, porque su caso es totalmente diferente. Nació en Venezuela pero se crió en el País Vasco.

Amorebieta jugó en el Athletic. ¿Entra usted en el filosofía del club bilbaino?

-Realmente no lo sé. No me atrevo a manejar con claridad este asunto, porque quizá me falta información. Lo desconozco, pero me encantaría jugar en el Athletic. De hecho a mi padre y a toda la familia nos encanta el Athletic, que lo hemos mamado en Venezuela.

¿Llegó a preguntar al Athletic o a través de su representante si encajaba en el filosofía?

-No. En lo que yo sé no ha habido contacto alguno.

En su día se especuló con un supuesto interés del Athletic.

-Sí que se dijo algo, pero nada en concreto. No tuve conocimiento de negociaciones, pero claro que me habría gustado fichar por el Athletic. También creo que quizá no entre en la filosofía.

Defínase como jugador.

-Creo que voy bien por arriba y me gusta salir con el balón jugado. Soy tranquilo y quiero crecer día a día.

Jugó quince partidos en Primera División, pero no llegó a enfrentarse al Athletic.

-Estuve a punto de estar convocado para San Mamés, pero al final el míster (Marcelo Romero) decidió que me quedara en Málaga.

Su caso es peculiar, llegó al fútbol en edad tardía porque lo suyo era el béisbol.

-Jugué al béisbol toda la vida (era pitcher, lanzador y short stop -en campo corto, el jugador que ocupa la posición entre la segunda y la tercera base-), pero en la Universidad di el paso al fútbol, al que también jugaba. Todo fue muy rápido hasta que me llegó la oportunidad de jugar en el filial del Málaga.

¿Qué Venezuela se verá en Mendizorrotza?

-Somos una selección joven a la que le gusta la posesión, con buena base de la que ha quedado subcampeona del mundo sub’20 y que tenemos puesto el objetivo en el Mundial de Catar en 2022.

¿Qué nivel cree que tendría Euskadi si fuera una selección oficial?

-Sería una gran selección en caso de contar con todos los posibles. Sus jugadores juegan en las mejores ligas del mundo y su nivel es enorme.