bilbao - Ian Uranga Chong (Durango, 22-VI-1987) hay muchos que ya no le recuerdan sin la camiseta del Arenas. Lógico, dado que llegó en 2012 a Gobela, donde ningún otro miembro de la plantilla acumula más temporadas que él, aunque Txemi Talledo y Aitor Ramos aterrizaron en la escuadra ese verano. No obstante, los escudos de Alavés, Real Unión, Barakaldo y Lemona -estos dos últimos en dos etapas diferentes- también han lucido en el pecho de este durangarra que destacó en Tabira a edad temprana, lo que propició su fichaje por el club gasteiztarra. Hoy, a las 18.00 horas, recibirá en la que ya es como su casa a sus paisanos de la Cultural, un derbi de equipos que solo han amarrado uno de nueve puntos posibles.

“De la plantilla de la Cultu tengo relación con Adri Abasolo, que es de mi cuadrilla, pero está lesionado, es una pena. A Ekain también le conozco por su familia y a Beñat Alberdi porque estudió en la misma ikastola que yo, pero éstos ya son bastante más jóvenes. A los demás, solo de vista”, desgrana Uranga, que también explica el porqué de sus rasgos asiáticos. “Mi ama es de Macao y mi aita durangarra de toda la vida. Era pelotari y se fue a jugar allí, y así se conocieron. Yo he nacido en Euskadi”, subraya. “Algunas veces los rivales se han hablado en euskera pensando que no les iba a entender”, añade como anécdota.

El mediocentro, que está participando en posiciones más avanzadas debido a las bajas, disputó todos los minutos en el empate frente al Vitoria y en la derrota contra el Izarra. El pasado domingo, en el pinchazo en El Sardinero, entró al verde tras el descanso. Llevar un punto y no haber visto puerta en 270 minutos “no nos pone nerviosos, todavía es pronto, pero sí genera una necesidad de ganar, porque los puntos dan tranquilidad”, reconoce Uranga, quien apunta que “el que más nos trastocó fue el del Izarra, porque en Gobela siempre hemos sido fuertes. No fue un partido bueno, pero hicimos más méritos para ganar que para perder. Lo que consuela es que hemos creado ocasiones en todos y cuando cambie la puntería entrarán”.

Respecto al derbi, afirma que “será especial, pero tanto ellos como nosotros estamos en una situación similar y necesitamos sacar puntos para tener mejores sensaciones”. “Tenemos que ser capaces de imponer nuestro ritmo ante un rival al que le gusta llevar el peso del partido”, indica como clave para la victoria este jugador que “tras dar muchas vueltas” encontró un lugar en el que está “muy a gusto”. Aún así, mantiene una puerta abierta a regresar a Tabira: “Quién sabe, si se da la oportunidad, por qué no”.

Han pasado tres lustros desde que cambió la Cultural por el Alavés. Escaló peldaños hasta el primer equipo, con el que disputó nueve partidos en Segunda. Coincidió con la etapa de Piterman, quien “estaba presente en el día a día, pero no se metía en los entrenamientos como se decía. Solo de vez en cuando preparaba algo especial, físico, estilo militar, que él había aprendido en el fútbol americano”.