Los favoritos de siempre y algún intruso
Comienza una igualada categoría en la que el Sestao, Portugalete, Alavés B y Beasain parten en la 'pole'
bilbao - Hoy se da el pistoletazo de salida a una nueva temporada en el grupo IV de Tercera División. Un nuevo curso, de partida muy similar al anterior, con un opositor vizcaino menos, tras el exitoso ascenso de la Cultural de Durango a Segunda División B, pero cargado de ilusión. Como siempre. Así que en la composición del grupo aparecen doce representantes de Bizkaia, cinco de Gipuzkoa -uno más que la temporada anterior con los ascensos del Pasaia y Ordizia- y tres equipos de Araba, que repiten número para intentar lograr el ascenso a la ansiada y exigente división de bronce.
Con las reservas que tiene pronosticar en los inicios, el Alavés B vuelve a salir como favorito al título. Año a año el club babazorro sigue creciendo a pasos agigantados a todos los niveles -incluso con jugadores internacionales- y sus exigencias ponen sus intereses en conseguir obligatoriamente para sus categorías inferiores un equipo en Segunda B. Los del basauritarra Igor Oca al final fueron terceros, pero se cruzó en su camino al ascenso el Cádiz B. Junto a los gasteiztarras, Portugalete, medalla de plata el año pasado, cuenta con el retorno del cántabro Ezequiel Loza al banquillo y ha tejido una plantilla con importantes jugadores. El potente Castellón fue su verdugo en la liguilla de ascenso y lo pelearon hasta el final.
A esta dupla de opositores hay que incluir al Sestao, que acabó cuarto en liga y sigue pidiendo a gritos también vestirse de bronce. Esta temporada Ibon Etxebarrieta empieza el curso desde el principio. La Arandina también les privó en la prórroga de seguir soñando con el play-off. Los tres conjuntos que se jugaron su posibilidad de ascenso, al lado de la Cultural, mantienen, sobre el papel, su mayor porcentaje de favoritismo. A los que se podría sumar el Beasain, con José Luis Ribera en el banquillo, que se quedó a un pequeño paso del premio final. Como en otras ocasiones, habrá que tener en cuenta a los vagoneros entre los mejores. Por si acaso.
Pero acertar en las apuestas resulta siempre muy complicado. Muy cerca de los favoritos podría situarse el Zamudio, que ya tuvo su año de retorno y acomodo a la Tercera y buscará cotas mayores con una plantilla mejorada por Gorka Rueda. El Somorrostro de David Pereda disipó los nervios del debutante con una excelente temporada, sellada con un histórico séptimo puesto, y ahora toca reafirmarse y mirar arriba sin rubor. El Deusto de Gorka Bidaurrazaga empezó con un ritmo alto, luego aminoró, para acabar subiendo muy cerca del premio final. Hasta las últimas jornadas tuvieron sus opciones y este año en Etxezuri, por lo menos, quieren repetir la gesta.
El Santutxu de Marquitos seguirá con sus mismos ingredientes: trabajo y Maiona como un terreno inexpugnable a modo de un verdadero fortín. El Santurtzi de Aketza también empezó entre los mejores con un fuerte ritmo y luego fue perdiendo fuelle para cerrar una temporada sin problemas clasificatorios.
baile de banqillos La Tercera también ofrecerá una oportunidad a nuevos nombres en los banquillos. En Balmaseda, un hombre de la casa como Pablo Palacio toma el relevo de Jon Moreno, y parte con el ingrediente de jugadores jóvenes y de la zona. También al Sodupe llega Oskar Vales, relevando a Alex Cano e Iván Rodríguez, para intentar apuntalar también un nuevo y arriesgado proyecto. Finalmente, el Bermeo buscará reinventarse, con el relevo de Toño Vadillo y la llegada de Pablo Turrillas. Un veterano entrenador que cuenta en su haber con la experiencia de numerosos banquillos en la categoría. Buscará no pasar los apuros del año pasado.
Caso aparte merecen los filiales del grupo. Por un lado, el ya citado y potente Alavés B; por el otro, el Basconia que mantiene, como todos, su incógnita en una nueva remesa de jugadores. Su calidad está fuera de toda duda, pero los apuros del equipo, entrenado el curso pasado por Alaña y Tiko, teniendo que echar mano a varios fichajes en el mercado de invierno encendieron las alarmas y ni en Basauri ni en Lezama quieren que vuelva a ocurrir. Y la Real Sociedad C, en un escenario similar a los de Basauri, asoma con una nueva remesa de jugadores nuevos. El curso pasado se quedó también a un paso del play-off de ascenso que cayó en manos del River. De todas formas, siempre dependen de que su hermano mayor cumpla con las mismas exigencias en la categoría superior.
La armada guipuzcoana se completa con el siempre combativo Lagun Onak que puede sembrar siempre alguna sorpresa. En la temporada pasada acabó en el ecuador de la tabla pero Garmendipe siempre es un terreno muy exigente para sus visitantes. El trío alavés se completa con el Amurrio, que selló una buena temporada a pesar de las bajas que fue sufriendo en su plantel a lo largo del año y finalmente salvó la categoría matemáticamente en las últimas jornadas. Iban Urbano vuelve al ruedo al frente del banquillo de los de Basarte.
En cuanto a los descensos, perdió su escalafón el Getxo. Toma el testigo el San Pedro, campeón en División Honor, que once años después vuelve a probar suerte, con José Luis Pérez que, por fin, se estrenará en un banquillo de Tercera. Junto a los de Fadura, descendieron a Regional uno por territorio: Aurrera de Vitoria y Anaitasuna. Dejando sus sitios a Pasaia, que vuelve muy rápido, un año después, y al San Ignacio, que no es un filial, pero llega al abrigo de la entidad alavesista, y entrenará y disputará sus encuentros en Ibaia por problemas en Adurtzabal. A ellos hay que sumar al Ordizia, que se coló como mejor segundo de los tres territorios, por delante de Iurretako y Ariznabarra, y con el ascenso de la Cultural de Durango vuelve a la Tercera División una década después. Unai Mendia es su entrenador.