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Klose, el polaco favorito de Alemania

El ariete nacido en Polonia ha participado en cuatro mundiales con la camiseta germana y, además de conquistar el título en 2014, ha pasado a la historia por tener el récord de goles: 16

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No era el más rápido, ni el más ágil, ni el de más talento. Pero todo el mundo sabía que, en los Mundiales, Miroslav Klose era un delantero diferente: un goleador nato. El espigado ariete de equipos como Werder Bremen, Bayern de Munich o Lazio disputó cuatro mundiales en los que no paró de romper récords.

Klose nació en Opole, Polonia, y los genes le condenaron a ser deportista de élite, ya que su madre fue jugadora de la selección polaca de balonmano y su padre fue futbolista profesional, llegando a jugar en equipos como el Auxerre. Esto hizo que la familia se trasladara a Francia primero y después a Alemania, donde se instaló en 1987, cuando Miroslav tenía nueve años. Allí echó raíces y se formó como futbolista.

Su debut con la selección de Alemania fue ante Albania, en marzo de 2001. Su buen hacer goleador en los primeros envites internacionales consiguió que llegara al Mundial de 2002 de Corea y Japón como titular. Aunque se quedó con el sabor amargo del subcampeón, Klose sumó cinco dianas en el torneo, todas ellas de cabeza, algo que no había conseguido antes ningún otro futbolista. Los cinco goles le hicieron compartir la bota de plata con Rivaldo, por detrás de Ronaldo.

En el Mundial de Alemania, en 2006, volvió a conseguir otros cinco goles: dos contra Costa Rica, dos contra Ecuador y uno contra Argentina. A nivel colectivo, Klose dio un paso atrás, ya que a pesar de ser la anfitriona, Alemania terminó tercera.

El mismo premio se cobraría en su tercer Mundial, el disputado en Sudáfrica. Klose prolongó su estado de gracia en la competición desde el primer envite, ya que firmó uno de los cuatro goles que Alemania le endosó a Australia en su primer partido. Después inauguró el marcador en el cruce de octavos de final contra Inglaterra, lo que suponía su gol número cincuenta en 99 partidos como internacional absoluto con Alemania.

Pero Klose todavía tenía más que aportar. En cuartos de final tuvo un papel estelar anotando dos goles del 4-0 que eliminó a Argentina. Una vez más, el techo de Klose en los Mundiales estuvo en la semifinal, ya que España eliminó a Alemania a un paso de la final.

Pero el fútbol quiso recompensar a Klose por esa extraña fidelidad con la competición. Joaquim Löw no dudó en convocarlo para su cuarto Mundial, el de Brasil en 2014. El ariete marcó un gol en el empate ante Ghana e igualó el récord de goles en los Mundiales, que ostentaba, hasta entonces en solitario, Ronaldo con quince tantos. Este gol, además, lo convertía en el tercer futbolista de la historia en anotar en cuatro mundiales diferentes, algo que hasta entonces habían conseguido Pelé y el alemán Uwe Seeler. Pero a la fiesta mundialista de Klose le quedaban todavía dos episodios repletos de gloria. En la histórica goleada a Brasil en Maracaná por 7-1, Miroslav marcó otro gol, pasando a ser el máximo goleador de los Mundiales en solitario, con 16 goles. Para su delirio, Alemania terminó ganando la final contra Argentina y Klose pudo, por fin, abrazar el trofeo de campeón. Es el cuarto hombre que gana el torneo en su cuarta participación, tras los brasileños Pelé, Carlos José Castilho y Nilton Santos.