Bilbao - No lleva ni tres semanas en el cargo y Luis Rubiales, a tenor de sus declaraciones, parece que ha renovado por los cuatro costados la Federación Española de Fútbol. No hay día que pase en el que el sucesor del interino Juan Luis Larrea no destape un supuesto mal funcionamiento del organismo que le ha tocado presidir y que durante casi tres décadas estuvo comandado por el ahora repudiado Ángel María Villar. Su predisposición para tirar de la manta ante los micrófonos de los periodistas es total. Ayer, después de recibir a Pedro Sánchez en la ciudad del fútbol de Las Rozas, donde el nuevo inquilino de la Moncloa deseó suerte para el Mundial a los pupilos de Julen Lopetegui, Rubiales insistió con su teoría sobre el peligro “real” de ser disuelta que, a su juicio, ha planeado sobre la sede de Bilbao para la Eurocopa de 2020.
“Mientras que desde UEFA se instaba a la Federación a crear un consorcio, un órgano que dinamice y que garantice que esos partidos se van a celebrar en Bilbao, no había una contestación clara. Ya hemos hablado y hemos quedado en arreglarlo, porque estaban planteándose quitar la plaza a Bilbao”, denunció el presidente de la FEF. Una acusación que ha pillado por sorpresa a los responsables del Ayuntamiento de Bilbao, Diputación de Bizkaia y Gobierno vasco, que llevan trabajando desde hace meses de forma conjunta para que nada falle a partir del 15 de junio de 2020, en el primer encuentro de la fase de grupos que acogerá el coliseo rojiblanco. Sede del grupo E junto al Dublín Arena de la capital irlandesa, La Catedral también será el escenario de otros dos encuentros preliminares, los días 20 y 24 de ese mismo mes. Cuatro jornadas después, el 28 de junio, la villa se despedirá de la Eurocopa con uno de los cruces de octavos.
Los diferentes contactos que las autoridades locales han tenido con los responsables de la UEFA siempre han sido positivos, según las fuentes consultadas. Nadie del organismo presidido por Aleksander Ceferin ha trasladado su preocupación a los impulsores de la sede bilbaina, que ven en la reacción de Rubiales un intento de presentarse como el “salvador” de todo. De hecho, durante los días previos a la final de la Champions League disputada en Kiev, el Comité Ejecutivo de la UEFA cerró el calendario de la Eurocopa del 60 aniversario, que se disputa en otras once ciudades europeas además de Bilbao -Roma, Bakú, San Petersburgo, Copenhague, Amsterdam, Bucarest, Londres, Glasgow, Dublín, Múnich y Budapest-. Nadie sacó a la palestra ningún problema con la sede bilbaina. Aunque el expresidente de la AFE apuntó en otra dirección: “Vamos a hacer todo lo posible para que la UEFA vea que hay una Federación que quiere ayudar y que todos los aficionados vascos puedan disfrutarlo. Si hubiéramos seguido en la misma situación habríamos perdido Bilbao”.
A la UEFA no le tembló el pulso con la candidatura de Bruselas. A finales del año pasado, el máximo órgano del fútbol continental retiró a la capital belga los cuatro partidos que debían disputarse en el Eurostadiumen, aún por construir. Ante la incapacidad de los organizadores de garantizar que el estadio esté acabado a tiempo, Ceferin y su equipo apostó por otorgar estos encuentros a Wembley. “Ellos no fueron capaces de aportarnos los documentos y las garantías. Ellos disponían de tiempo, pero no lo hicieron”, denunció en su momento el presidente de la UEFA.
españa en Bilbao y viaje polémico En el encuentro informativo que Rubiales tuvo en Las Rozas fue preguntado por la posibilidad de que España juegue en Euskadi y Catalunya, según indicó la agencia Efe. “No veo ningún problema siempre y cuando sea de manera natural y el cuerpo técnico esté de acuerdo”, aseveró. Algo que, a más tardar, será una realidad en la próxima Eurocopa si los de Lopetegui, que tiene contrato hasta ese torneo, se clasifican. La UEFA ha fijado que las selecciones que tengan sede disputen al menos dos partidos de la fase de grupos en la misma.
Rubiales también dio detalles del viaje millonario que el anterior responsable de la RFEF había organizado a Rusia para directivos y familiares de los jugadores. Estaba previsto gastar nada menos que dos millones de euros, según los datos ofrecidos por el exjugador del Levante, entre otros equipos. La nueva versión del desplazamiento “tiene un coste de unos 400.000 euros, por lo tanto hay un ahorro de un millón y medio, porque hemos ido a lo esencial y luego probablemente nos planteemos cerrar para una hipotética llegada a la final pero nada más”. “Los jugadores están muy concentrados en esto, quieren disfrutar e ir partido a partido y algún día ver a su familia porque tantos días de concentración es muy duro. Eso se ha hecho siempre, pero nosotros estamos en una política de contención del gasto. Si ya con esto hemos ahorrado un millón y medio de euros, creo que nos felicitamos todos. Seguramente no les va a venir mal en la negociación de las primas”, apostilló.