At. Madrid1
Málaga0
ATLÉTICO DE MADRID: Oblak, Juanfran, Godín, Lucas, Filipe; Saúl, Gabi, Thomas (Min. 46, Carrasco,), Koke, Griezmann y Correa (Min. 66, Fernando Torres).
MÁLAGA: Roberto Jiménez, Rosales, Luis Hernández, Diego González, Ricca, Rolón (Min. 70, Keko), Recio, Chory Castro (Min. 64, Juanpi), Adrián, Mula (Min. 85, Diego Rolán) y Borja Bastón.
Gol: 1-0: Min. 60; Griezmann
Árbitro: Sánchez Martínez (Murciano). Amonestó a los locales Carrasco y Juanfran; y al visitante Recio.
Incidencias: Unos 63.000 espectadores en el estadio Wanda Metropolitano.
madrid - Un gol determinante del francés Antoine Griezmann a la hora de partido salvó el estreno del estadio Wanda Metropolitano, inaugurado con una apurada victoria del Atlético de Madrid frente al Málaga en el segundo tiempo, cuando encontró el desborde y el remate para romper un duelo atascado.
Tres puntos esenciales para el conjunto rojiblanco, porque sin triunfo no hay fiesta, ni siquiera en un acontecimiento como este, y porque el Barcelona mantiene su ritmo de pleno en el liderato. Por contra, una derrota más del Málaga, la cuarta en otras tantas jornadas, a pesar del aspecto competitivo que mostró todo el choque. Y eso que el conjunto andaluz no perdió hasta la segunda parte, hasta que la entrada del belga Yannick Carrasco cambió el ritmo plano en el que se había movido el Atlético en los primeros 45 minutos en su nuevo campo. El inicio de una nueva era, ya sin el Vicente Calderón, aunque no se llenó el espectacular estadio. No desbordó el Atlético al Málaga, salvo el rato inicial con la puesta en escena en campo contrario y, sobre todo, el comienzo del segundo tiempo, cuando ganó el duelo.
Porque el Atlético no fue capaz de romper el encuentro en todo el primer tiempo, ni siquiera de agitar como pretendía el choque, un tostón por momentos entre los amagos locales, unos cuantos en el área sin remate, y el estricto plan visitante, consciente de que sus opciones pasaban por una suma: defensa, concentración y contragolpe.
Pero todo cambió con Carrasco. No hay nadie en la plantilla con mejor regate, más velocidad y más vertiginoso hacia arriba. Primero con una pared con Filipe Luis que culminó el belga con un doble regate y un remate desviado; después con una asistencia al lateral brasileño dentro del área que remató Koke. En cinco minutos, mucho más que en 45 anteriores. Creció en ese momento el Atlético, que lo transformó en el marcador a la hora de partido, con el desborde que le había faltado antes, con un quiebro de Correa por la banda izquierda remachado en el 1-0 de primeras por Griezmann. Un gol para la historia, el primero del Wanda Metropolitano.