EL Amorebieta de Joseba Etxeberria no está protagonizando el arranque liguero deseado. En sus cuatro primeros compromisos, los zornotzarras tan solo han sido capaces de obtener un punto, el logrado en la segunda jornada en la visita a Osasuna Promesas. El resto han sido derrotas. La última, el pasado domingo en el feudo del líder Logroñés. Más dolorosas fueron las dos padecidas en casa. De momento, tanto Lealtad de Villaviciosa como Tudelano han asaltado Urritxe. Hoy, a las 16.00 horas, televisado por ETB-1, los azules tendrán una nueva oportunidad para dar la primera alegría a su afición en el duelo frente a la Real Sociedad B.
Uno de los motivos del pobre comienzo podría ser la falta de acoplamiento de una plantilla en la que solo continúan cinco futbolistas del pasado curso. Entre la multitud de caras nuevas, en su mayoría vascas, llama la atención la presencia de un argentino, Sebastián Setti (Caseros, 1984), y un croata, Matej Simic (Dugopolje, 1995). Con once primaveras de diferencia, representan dos perfiles distintos. Setti, experimentado mediocentro, sabe lo que es jugar en las máximas categorías de países como Argentina, Paraguay, Bélgica, China, Ucrania, Chipre, Grecia y México, todo un trotamundos que está siendo un fijo en los onces de Etxebe. Simic, joven central, se ganó una ficha en la entidad zornotzarra tras permanecer a prueba durante la pretemporada.
Cumpliendo el tópico, el bonaerense posee mayor facilidad de palabra. “Él habla más que yo”, avisa el criado cerca de Split nada más ver aparecer la grabadora, pero cuando se arranca es directo y contundente. “Como dice el míster, la primera final es la de este sábado”, señala el croata, que comparte piso en Amorebieta con el riojano Edu Ubis. Setti también vive en el municipio, pero con su hija de siete meses y su mujer, una rusa a la que conoció en China, donde ella estudiaba el idioma y él militaba en el Changchun Yatai. De Bizkaia le han impresionado “los servicios, la ingeniería, las carreteras, los puentes? todo está muy pensado, como no vi en otros sitios”. “Me gusta más que el sur, esto es tranquilo y muy verde”, añade Simic, acostumbrado al calor de su país y al de la costa valenciana, a la que llegó hace tres años para jugar en el Orihuela. Torrevieja y Muro de Alcoy fueron sus últimas paradas antes de recalar en Urritxe.
“Mi representante es español y piensa que aquí tengo más futuro”, desgrana el croata, al que, gracias a su 1,90 de estatura y buen juego aéreo, “este fútbol fuerte y directo me viene mejor”. Su debut oficial se hizo esperar hasta el pasado domingo, en Las Gaunas. “Me parece más fácil jugar en campos así, no me da presión, sino motivación y concentración”, explica. Setti, en cambio, lo ha jugado todo, hecho que “a uno le hace sentir mejor, pero si los resultados no acompañan no tiene recompensa y me siento mal”. En su caso, tras pasar por el Llagostera y el Figueres catalanes, fue una apuesta de Asier Goiria, director deportivo de los azules. Veterano, el argentino reconoce encontrarse en “una etapa en la que priorizo la calidad de vida y la capacitación hacia futuro, no lo económico ni lo deportivo. Surgió la posibilidad y me entusiasmó, pensando en el futuro después de la carrera como jugador. Mi intención es quedarme dentro del territorio español, definirá mi familia, donde se sienta más cómoda, pero éste es un lugar interesante”.
Ambos consideran que su acogida en el vestuario zornotzarra ha sido “muy buena”. No obstante, su primera experiencia en el fútbol vasco no ha arrancado de la mejor forma en lo deportivo. “Hay intranquilidad, sobre todo por estar en blanco en casa. Genera cierta ansiedad”, lamenta Setti, que cree que en los duelos precedentes “fallamos en las dos áreas, tuvimos errores puntuales defensivamente y no hemos sido efectivos en ataque”. “Nos ha faltado suerte, hacemos ocasiones pero no las marcamos. Eso va a cambiar este sábado”, dispara Simic, quien tiene buena palabras para su entrenador. “Se ve que cree en este equipo”, afirma el croata. “Transmite seguridad y confianza, y se le nota su enorme experiencia”, añade el argentino, convencido de “revertir la situación”.