bilbao - El esperado acto institucional celebrado ayer en el Ayuntamiento de Bilbao, donde se procedió a la puesta de largo de la imagen de Bilbao de cara a la Eurocopa de 2020, estuvo medido al milímetro. Ningún detalle organizativo escapó del minucioso control de la UEFA, que informó mediante una hoja de ruta del horario exacto en el que iba a tener lugar cada pasaje de la ceremonia. Los periodistas que cubrieron la presentación oficial del histórico logotipo de Bilbao, convocados media hora antes del inicio de la función, tuvieron que seguir el desarrollo de la misma desde la denominada “zona de medios”, a través de una pantalla, pero sin traducción simultánea para las declaraciones del presidente de la UEFA, el esloveno Alekxander Ceferin.
El cónclave, no en vano, tuvo lugar en el Salón Árabe del ayuntamiento, donde solo pudieron estar presentes los protagonistas, así como las personalidades invitadas y los profesionales de los medios gráficos, que no dejaron pasar la oportunidad de inmortalizar a las numerosas caras conocidas que se dejaron ver en el lugar. Destacaron, entre otros, el exentrenador del Athletic y exseleccionador de España, Javier Clemente; el actual timonel del combinado estatal, Julen Lopetegui; el cocinero Aitor Elizegi; el viceconsejero de Cultura, Joxean Muñoz; o Jon Redondo, director de Juventud y Deportes del Gobierno vasco. También asistieron al acto el presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao, José Ángel Corres, así como el director general de Deportes del Ejecutivo español, Jaime González Castaño. Todos, sin excepción, siguieron a rajatabla el protocolo diseñado por la UEFA en colaboración con el Ayuntamiento de Bilbao. Ceferin, cuya sobriedad llamó la atención, compartió escenario con Ángel María Villar, quien tuvo que retirarse de la carrera hacia la presidencia de la UEFA a principios de septiembre al no contar con los apoyos suficientes y que prepara ahora su nueva candidatura para las elecciones a la presidencia de la Federación, que se celebrarán en abril del próximo año.
Ambos compartieron protagonismo, aunque el presidente de la Federación Española, enfrentado con el Consejo Superior de Deportes y con Javier Tebas, presidente de LaLiga, no quiso realizar declaraciones más allá de sus breves intervenciones durante el acto, como tampoco hizo Josu Urrutia, quien no se manifestó. Fue durante la presentación oficial del logo bilbaino cuando Villar mostró su apoyo absoluto a Bilbao como sede de la Eurocopa de 2020, al señalar que “la afición del Athletic y de Bilbao van a apoyar esta sede, porque aquí se respira fútbol y se trata de una gran ciudad que cumple con todas las condiciones de transportes, hoteles y amabilidad de la gente, además de contar con un gran estadio”. Cuestionado por las opciones de España de volver a reinar en el viejo continente, Villar advirtió de que “para ganar, primero hay que clasificarse” y recordó que “dos de las tres Eurocopas que se han ganado hasta ahora han sido conmigo como presidente de la Federación, en 2008 y 2012”.
iribar, protagonista de excepción En 1964, con José Ángel Iribar como portero, tocó el cielo la selección estatal por primera vez. El legendario exguardameta rojiblanco, nombrado Ilustre de Bilbao durante la víspera, subió al escenario para apuntar al respecto que “han pasado muchos años, pero tengo muy buenos recuerdos de aquella Eurocopa”. “Me dio a conocer al mundo y que estuviera ahí le vino muy bien también al Athletic y a Bilbao”, añadió Iribar.
Al presente se refirieron Lopetegui y Clemente, quienes valoraron positivamente a Bilbao como sede de la Eurocopa que tendrá lugar en 2020. “Para los que somos de aquí y hemos trabajado aquí toda la vida, indudablemente que es algo como para estar contentos, porque se ha movido mucha gente y tanto la ciudad, como el fútbol del Athletic y la afición de Euskadi se merecen ese reconocimiento”, subrayó el de Barakaldo, mientras que el actual seleccionador de España afirmaba que “las sensaciones no pueden ser más positivas. Es difícil encontrar una sede mejor que Bilbao y un lugar como este, porque tanto el campo como la ciudad están a la altura de las exigencias que pueda tener cualquier evento y seguro que el papel que desempeñe va a ser magnífico”.