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Luces y sombras sobre París

El Francia-Rumanía pone hoy en marcha una Eurocopa apasionante, con récord de participación, los anfitriones de favoritos y el temor a un posible atentado terrorista

Luces y sombras sobre Parísafp

Bilbao - Con la disputa en el estadio de Saint-Denis del Francia-Rumanía arranca esta noche la Eurocopa (21.00 horas), un torneo que se prevé intenso, por el número de participantes, nada menos que 24 selecciones, apasionante por definición y sobre todo inquietante por culpa del miedo que provoca la soterrada amenaza de un atentado terrorista. España defiende título, pero ya no tiene cartel de favorito, tronío del que ha sido desplazado por los anfitriones y Alemania, vigente campeón del mundo.

Hace dos años, la selección española acudió al Mundial de Brasil como defensora del título y el fracaso fue descomunal. De vuelta a casa a las primeras de cambio, Vicente del Bosque puso semblante de cordero degollado, aguantó las críticas, tuvo el beneplácito de Ángel María Villar, que desoyó las muchas voces que clamaban por un cambió de seleccionador, y se aferró al puesto como una lapa, apelando a su historial anterior, su bonhomía y a que, con el paso del tiempo y el regreso de las competiciones de clubes, el desastre mundialista se difuminaría rápidamente como una mala pesadilla.

revolución tranquila Sin embargo, en el camino hacia la Eurocopa de Francia reactivó el debate en cuanto se produjo el primer traspiés (y único), la derrota frente a Eslovaquia (2-1). Pero en un grupo integrado además por Ucrania, Bielorrusia, Luxemburgo y Macedonia la clasificación se daba por cantada, como así fue. Del Bosque tomó buena nota, anunció una revolución tranquila y desde luego se curó en salud, dejando fuera de la lista a los jugadores recién salidos de lesiones o sin tener una adecuada forma física. En la nueva lista ha confiado en dos jugadores del Athletic: San José, porque le ofrece una doble alternativa, bien como central o en labor de centrocampista de contención, y Aduriz, el máximo artillero seleccionable, y que además aporta genio, figura, ganas y veteranía.

La revolución tranquila culminará mediante el presumible relevo en la portería, con De Gea en lugar de Casillas, y se inició con la jubilación de dos hombres referenciales en estilo y los éxitos de la selección española, los jefes de máquina Xabi Alonso y Xavi Hernández, aunque también se han quedado fuera de la lista ilustres peloteros como Mata y Cazorla. Del Bosque mantuvo sin embargo a Cesc Fábregas, uno de sus predilectos (la figura del delantero mentiroso) aunque su año en el Chelsea no fuera precisamente deslumbrante. Iniesta y Busquets, que llegan a la Eurocopa en gran forma, están llamados a ser la referencia y faro en el centro del campo. Está por ver el protagonismo que alcanzan otro clásico, David Silva; más los jóvenes Koke y Thiago Alcántara, recuperado para el fútbol tras un calvario de lesiones.

En la delantera la revolución es más evidente, sin Villa, fuera de servicio; sin Torres, cuyo descarte fue polémico, ni Diego Costa, del que no se fía a causa de sus sempiternos problemas físicos, y su escasa prestación anterior con la selección española. Entraron en cambio cuatro nuevos: Aduriz por razones evidentes, Nolito, Morata y Lucas Vázquez; y mantiene a Pedro, otro de sus predilectos por su capacidad de ruptura por la banda, a pesar de su gris temporada.

La selección española tiene ante sí el inmenso reto de convertirse en la primera selección que consigue cuatro títulos y enlaza tres consecutivos, pero muy pocos confían en que sea capaz de alcanzar semejante hazaña, máxime después de su último amistoso ante Georgia, de auténtico bochorno. Y menos el dinero, que no entiende de colores ni pasiones. Así, el banco de inversión Goldman Sachs emitió el pasado lunes su predicción basándose en datos históricos de los respectivos equipos, aunque advirtiendo también que el fútbol es un deporte “impredecible”. Según su vaticinio, Francia tiene un 23,1% de posibilidades de ganar la competición, frente al 19,9% de la campeona del mundo Alemania o el 13,6% de España, a la que sitúa como tercera.

Pero hay más selecciones que tienen opciones y potencial. Ahí aparece Portugal, con Cristiano Ronaldo al frente y más ambicioso que nunca, obsesionado por ganar, después de ser ungido con la Champions en el Real Madrid, su cuarto Balón de Oro si logra realizar un buen torneo, donde espera batir varios récords. Para empezar, el delantero luso presumiblemente batirá el récord de participaciones internacionales que ostentaba el legendario Luis Figo (127). Ronaldo acumula 125 encuentros, en los que ha marcado 56 goles, el récord anotador en la historia de la selección lusa. Además está en disposición de batir los récords históricos de partidos jugados en fases finales. Acumula catorce y está tan solo a dos del exguardameta holandés Edwin van der Sar y del exdefensa francés Lilian Thuram. Pero también de goles. El madridista es el que más tantos ha conseguido, incluidas fases de clasificación, con 26 dianas, tres más que el irlandés Robbie Keane. El portugués, que no marcó en la edición de Polonia y Ucrania 2016, suma seis goles en fases finales y está a tres del francés Michel Platini máximo artillero histórico. En su situación se encuentra también el sueco Zlatan Ibrahimovic.

el terror Pero en paralelo a los fastos que ofrece a los amantes del fútbol, la Eurocopa de Francia está mediatizada por el temor a un ataque terrorista de corte yihadista, una eventualidad que reconoce sin tapujos el propio presidente de la República, François Hollande, lo cual implica la presencia del miedo capitalizando la gran fiesta del fútbol y la movilización de más de 60.000 agentes de seguridad, más un sin fin de incomodidades para los aficionados, que deberán acudir a los estadios con mucha antelación e infinita paciencia para ser sometidos a rigurosos controles policiales.