bilbao - Por si fuera poco lograr tres títulos de Europa League consecutivos, cinco en diez años, reafirmando así su reinado en este torneo, el Sevilla accede directamente a la fase de grupos de la próxima Liga de Campeones, torneo en el que el fútbol español estará representado por segunda vez por cinco equipos, junto al Barça, Madrid, Atlético y Villarreal, que debe disputar una eliminatoria previa.

Además, la victoria del Sevilla permitirá que, por tercer año consecutivo, la Supercopa de Europa, el 9 de agosto en el estadio Lerkendal de Trondheim (Noruega), la disputen dos equipos estatales. El andaluz frente al vencedor de la Liga de Campeones, Real Madrid o Atlético de Madrid. El cuadro sevillista perdió las dos últimas que disputó. En 2015, en Tiflis, ante el Barcelona por 5-4; y en 2014 en Glasgow frente al Real Madrid por 2-0.

En 2006 consiguió la Supercopa al imponerse al Barcelona en Mónaco por 3-0 y en 2007 perdió con el Milán por 3-1, también en el Principado.

Por si fuera poco, el Sevilla se embolsará unos 20 millones de euros entre premios por llegar a la final de la Europa League y ganarla, su clasificación para la Champions y la disputa de la Supercopa europea.

En vivo contraste al gen ganador que adorna al equipo hispalense, el técnico alemán Jürgen Klopp no para de acumular disgustos, ya que ayer encadenó su quinta derrota consecutiva en una final. Con el Liverpool, banquillo que ocupa desde el mes de octubre del año pasado, perdió la segunda. La anterior, el pasado 28 de febrero. Klopp y sus reds fueron derrotados en los penaltis por el Manchester City en la final de la Capital One Cup (Copa de la Liga), disputada en Wembley.

Previamente, Klopp ya había caído, cuando entrenaba al Borussia Dortmund, en dos Copas de Alemania, en las temporadas 2014/2015 y 2013/2014, frente al Wolfsburgo (1-3) y Bayern de Múnich (0-2), respectivamente. Por su fuera poco, el técnico germano fue finalista de la Liga de Campeones en el curso 2012/2013. En aquella final, disputada en Wembley, el Dortmund cayó derrotado por 2-1 por el Bayern Múnich de Jupp Heynckes.

El lamento de Klopp Tras el partido, Jürgen Klopp dijo que “el primer gol del Sevilla tuvo gran influencia” porque tras el tanto del francés Kevin Gameiro “quizá” perdieron “la fe” y se complicaron “mucho la situación” y ya “no fueron tan compactos”. Klopp, además, se lamentó del árbitro, que a su juicio no pitó dos penaltis en el área sevillista. “No es lo mismo acabar la primera parte 1-0 que 2-0”, dijo.

Por su parte Unai Emery señaló que “en el descanso les dije que venir para nada es mejor no venir. Había que hacer algo porque el Liverpool en el primer tiempo encontró su sitio”.