bilbao - El 5 de diciembre de 2014, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) designó a Gorka Villar para el cargo de director general. Casualmente, Gorka, bilbaino de 42 años, es hijo de Ángel María Villar Llona que, entre otras muchas razones y cargos le unió una gran amistad con el otrora poderoso Julio Grondona, el fallecido expresidente del fútbol argentino. Antes de su ascenso, el vástago de Villar ya había ejercido como director legal y asesorado a varias asociaciones del fútbol sudamericano.

Pero sucede que los escándalos por corrupción que han salpicado a la FIFA en general y a la Conmebol en particular han salpicado a Gorka. El fiscal uruguayo para el Crimen Organizado Juan Gómez, que indaga presuntos delitos de estafa y lavado de dinero en ese organismo y por el que está preso en Montevideo el exvicepresidente de la FIFA Eugenio Figueredo, también investiga al director general de la Conmebol como autor de “presiones” con “verdaderos comportamientos extorsivos” a los clubes uruguayos para que retiraran la denuncia que en 2013 destapó el escándalo. “No quiero hacer ningún comentario por ahora”, dijo Juan Gómez el pasado 13 de enero al retomar el caso tras unas vacaciones.

Menos sutil ha sido el exportero paraguayo José Luis Chilavert, que medita optar a la presidencia de la Conmebol. “Gorka es el cerebro de la mafia corrupta que ha gobernado el fútbol sudamericano. Es el mayor sinvergüenza de todo esto, el cerebro, un participante más, un cómplice de todos los casos de corrupción que ha habido estos años, de todos esos dineros sucios que han agarrado. No en vano, por eso todos esos dirigentes están presos”, afirmó el polémico exguardameta del Zaragoza. - J. G.