bilbao - El pasado domingo el Real Madrid Castilla no pasó del empate ante el Roda, un equipo albaceteño del Grupo II de Segunda B, y el próximo sábado se medirá al Ebro de Zaragoza, pero con otro técnico. Porque Zinedine Zidane se convirtió ayer en el nuevo entrenador del Real Madrid en sustitución de Rafa Benítez, cuyo crédito se consumió tras el empate (2-2) en Mestalla frente al Valencia.

El presidente del Real Madrid no tuvo en cuenta el eximente de la expulsión de Kovacic a los 68 minutos. Ni la palabra dada hace una semana, cuando remarcó en una emisora de radio que el técnico madrileño acabaría la temporada. La afición del Bernabéu, que no aceptó desde el principio la elección de Benítez, otra apuesta de un presidente plenipotenciario que juega a entrenador, lleva tiempo dirigiendo sus quejas al palco. Tampoco los medios de comunicación, muy críticos con Benítez, ayudaron demasiado. A la primera que tuvo, Florentino Pérez se ha quitado de encima al controvertido preparador para entregar los trastos a una eminencia de futbolista, pero de escaso bagaje en el oficio, donde irrumpe para culminar un trabajo de titanes: ganar títulos. No hay otra consigna cuando se dirige al Real Madrid.

“Ha sabido estar al frente de los desafíos. Este es tu club y este es tu estadio, tienes capacidad para encandilar al madridismo. Eres el entrenador del Real Madrid y como presidente es un orgullo tenerte a mi lado. La palabra imposible para Zidane no existe”, enfatizó Florentino Pérez al presentar al nuevo técnico en un acto ante los medios de comunicación en los que no hubo turno para las preguntas. Por el presidente del Madrid no ofreció ninguna razón, aunque fuera obvia, para justificar la destitución del Benítez.

Ni tan siquiera utilizó ese término. Simplemente se “resolvió” su contrato y apenas le dedicó un puñado de palabras en su breve alocución ante la prensa. “Hemos tomado una difícil decisión, como es resolver el contrato de Rafael Benítez del primer equipo. Estamos ante un magnífico profesional y una gran persona. Quiero agradecerle su trabajo estos meses. La Junta Directiva ha decidido nombrar entrenador del primer equipo a Zidane”. Nada más. Benítez no estuvo en el acto en donde se hizo oficial su defunción.

El entrenador francés asumió el reto con evidente entusiasmo. “Quiero agradecer al club que me haya dado la oportunidad de entrenar a este equipo. Tenemos al mejor club del mundo, a la mejor afición del mundo. Tenemos que intentar hacerlo lo mejor posible para que este equipo gane. Voy a hacerlo lo mejor posible con todos los jugadores y creo que va a salir todo bien. Lo importante es estar mañana con el equipo y trabajar”, dijo.

emoción y al tajo Zidane dirigirá hoy su primer entrenamiento y después ofrecerá su primera rueda de prensa ante los medios de comunicación en el estadio Santiago Bernabéu. Ayer tan solo se trataba de escenificar el relevo en el banquillo blanco y dar un golpe de efecto ante la hinchada madridista. “Es un día importante para mí. Tengo un poco de emoción, más que cuando firmé como jugador. Pero es lo normal. A partir de mañana será otra cosa. Voy a poner todo el corazón que tengo para este club e intentar que salga bien. Muchas gracias”, dijo, para de seguido despedirse ante los aplausos de la junta directiva y de Florentino Pérez.

El nombre de Zidane como sustituto de Benítez comenzó a circular desde la humillación (0-4) sufrida por el Real Madrid frente al Barça, en la decimosegunda jornada liguera. Pero su candidatura siempre estaba asociada a la falta de experiencia. Comenzó su andadura como técnico junto a Ancelotti y en el Real Madrid Castilla, con quien no logró el objetivo de subir al filial a la Liga Adelante. En esta su segunda temporada, el Castilla se encuentra clasificado en la segunda posición con 37 puntos, cuatro menos que el líder Barakaldo.

Sin embargo Florentino Pérez ha pasado por alto su inexperiencia. Siente pasión por el futbolista de la octava Copa de Europa, el estandarte de su primera época presidencial, sintetizada en aquel imposible eslogan: Zidanes y Pavones (un Madrid estelar, pero con sustancial presencia de jugadores de cantera).

De Lippi a Bielsa Porque Zidane siempre fue uno de los hombres más queridos del presidente e ímprobos fueron sus esfuerzos por ficharle de la Juventus en julio de 2001. Desde entonces, la relación entre ambos siempre ha sido muy estrecha. Florentino Pérez admiró su juego y su carácter y desde que Zidane dejó el fútbol, soñó con sentarle en el banquillo del Real Madrid a lla menor ocasión.

Zidane sacó su titulación en la escuela francesa y su primer maestro fue Marcelo Lippi, cuando estaba en la Juventus. En diciembre de 2014 acudió a las instalaciones del Olympique de Marsella a ver en directo los entrenamientos de Marcelo Bielsa, otro de sus referentes, y en febrero de 2015 peregrinó a Munich para vivir el trabajo de Pep Guardiola con el Bayern.

Zidane se estrenará el próximo sábado en el Bernabéu, con el Deportivo como rival.