Bilbao- Amorrortu habla de sentimientos, de lo que para él supone representar a la tricolor. Admite, eso sí, que el encuentro de este año, que se disputará el sábado ante Catalunya, ha estado cerca de no disputarse.

Un año más, le toca bajar al barro. ¿Cómo lo vive?

-Como una experiencia bonita una vez más. Cada año se renueva la ilusión con este partido. Es cierto que hemos tenido alguna dificultad con el tema de la fecha, pero finalmente tenemos la satisfacción de haber concluido con todo ello con buen sabor de boca. El sábado estaremos todos en la línea de salida para disfrutar del encuentro.

¿Se sigue poniendo nervioso?

-Más que nervioso es la responsabilidad que tenemos tanto Mikel Etxarri como yo por lo que supone este partido. Hay mucha gente que se emociona con él. Representar a Euskadi es algo que muchas veces no se puede expresar en palabras y esas sensaciones que uno tiene se quedan dentro.

¿Qué siente cuando le toca sentarse en el banquillo?

-Te vienen muchos recuerdos de todas las experiencias que has vivido en el fútbol. Ahora te ves en el banquillo con un grupo de jugadores con los que has compartido muchas cosas e indudablemente es muy emocionante.

¿Cómo se tomaron la noticia del cambio de fecha?

-Al principio pensamos que eso podría imposibilitar que se disputara el partido.

¿Temieron realmente por la celebración del encuentro?

-Sí. Cuando pusieron la jornada de liga el día 30 de diciembre vimos la dificultad que entrañaba jugar un partido el 27, que es cuando inicialmente estaba previsto que se disputara el encuentro. Todos los clubes tienen sus compromisos y el partido no encajaba. Era difícil poder preparar a los jugadores cuando luego en 48-72 horas iban a tener otro partido. Más aún tras un largo periodo de descanso en el que desconectas de todo. Finalmente llegamos a un acuerdo con la Federación Catalana y adelantamos el partido al día 26.

El mayor problema de la Euskal Selekzioa estaba relacionado con los tres clubes vascos de Primera.

-Sí, porque en Segunda la competición no vuelve hasta el día 2 de enero. Tanto Eibar, Real Sociedad como nosotros -el Athletic- teníamos lógicamente una gran preocupación porque lo veíamos muy difícil. Afortunadamente hubo entendimiento con la Federación Catalana y se podrá jugar el partido.

¿Fue fácil el entendimiento con los clubes vascos?

-La sintonía fue total. Los tres clubes de Primera nos posicionamos del mismo modo, entendiendo que el día 27 no se iba a poder tener una selección como la que nos gustaría a todos. Si no se cambiaba el partido teníamos muchas dudas de que se pudiera disputar el partido tal y como estaba pensado inicialmente.

La del 26, sin embargo, tampoco parece la mejor fecha...

-Este partido, una vez que se modificó el calendario de liga, planteaba esas dificultades. Pero bueno, no quedaba otra.

Lo digo porque no habrá entrenamiento previo ni concentración.

-No, la verdad es que no. No es que el entrenamiento sea preparatorio para el partido, ni mucho menos, pero sí era una forma de que los jugadores se relacionaran entre ellos. No vamos a poder hacer nada de lo que habitualmente se hacía, pero aun así vamos a jugar el partido, que es lo importante.

¿Qué supone jugar en Catalunya con la situación política que se vive allí?

-El partido, por encima de todo, es un encuentro deportivo en el que hay una representación de dos comunidades en las que cuales los principales clubes tienen una filosofía muy clara de formación, de cantera, una identidad muy marcada... Eso está por encima de todo. Luego hay otros aspectos que socialmente le dan al partido su carácter. Pero sobre todo es una fiesta del fútbol y así nos lo tomaremos.

¿Buscarán una especie de revancha tras el empate del año pasado?

-A pesar de que nos adelantamos, fue un partido en el que nos costó mantener el empate. La selección catalana tiene jugadores de primer nivel mundial. Tuvimos que correr mucho para sacar el empate. Todo el equipo estuvo muy muy metido en el partido y todos los jugadores hicieron un esfuerzo muy importante. El resultado estuvo bien, aunque a todos nos gusta ganar y este año lo intentaremos de nuevo.

La entidad del rival hace que no sea un amistoso.

-En cuanto te pones la camiseta, estás en el ambiente, a pesar de que no hay nada en juego, está el orgullo de representar a Euskadi y el jugador quiere hacer un gran esfuerzo. Al final los jugadores se concentran mucho, están muy involucrados. Cuando damos la convocatoria, todos las reciben con mucha satisfacción. En este caso, es otro estímulo jugar contra Catalunya y ver que podemos estar a su nivel.

¿Cuál es el objetivo de la Euskal Selekzioa a corto plazo?

-Mantener viva esa ilusión de poder jugar algún día de manera oficial representando a Euskadi. Mientras tanto, que este partido siga celebrándose con mimo, cuidando todos los detalles, dándole importancia... Al menos que haya uno o dos partidos por temporada que mantengan este espíritu.

¿Son optimistas de cara a jugar en fechas FIFA aunque sean encuentros amistosos?

-Es algo que hablamos. Incluso el presidente ha salido diciéndolo en alguna ocasión. Pero por una razón o por otra no encontramos ese espacio. Es una labor de los federativos y de los políticos.

Entiendo que la predisposición de los jugadores ha sido total una vez más.

-Sí, así es. Pero no solo de los jugadores, también de los entrenadores, los clubes... Todo el mundo quiere aportar a la selección y en ese sentido no tengo más que palabras de agradecimiento.

Aun así hay jugadores que faltan...

-Están fuera durante el año y es complicado para ellos. Aprovechan estas fechas para estar con la familia. Que descansen bien estos días y que continúen su dinámica con los clubes.

La que tendrá a su disposición, con Aduriz y Agirretxe, será la mejor delantera de Europa

-Con los números es indudable (se ríe). Pero para nosotros solo de Europa, son los mejores jugadores. Son dos delanteros muy importantes tanto para la Real como para el Athletic. Dos delanteros de primer nivel mundial.

El lunes avanzaron que cada jugador disputará un máximo de 45 minutos. ¿Fue algo consensuado con los clubes?

-El tema salió en la reunión que tuvimos en la Federación Vasca. Allí dijimos que llevaríamos 22 jugadores con el objetivo de que jugaran cada uno 45 minutos. La intención es hacer dos equipos.

Hay un noticia doblemente buena, pues Muniain volverá a jugar con la Euskal Selekzioa tras recuperarse de su grave lesión.

-Recuerdo que en las dos anteriores temporadas llegaba muy castigado y necesitaba descansar. Hablé con Ernesto la semana pasada y me dijo que tenía la idea de convocarle para el partido contra el Levante. Eso nos daba pie a contar con él. Es un buen momento para que Iker vaya encontrando su mejor versión y estos minutos le pueden venir bien. Él está con muchas ganas de jugar con nosotros.

¿Cómo le ha visto durante su recuperación?

-Ha sido una recuperación muy buena, aunque se ha alargado por esos pequeños problemas musculares que ha tenido en las últimas semanas. Lleva más de un mes entrenando con el grupo. Ahora ya está bien y tendrá una continuidad para ir cogiendo su mejor tono.

A diferencia del año pasado, este curso el Alavés sí está representado con Gaizka Toquero. ¿Cómo recuerda las quejas del conjunto gasteiztarra?

-A nosotros nos sorprendió la polémica porque tampoco encontramos un jugador como para que pudiera venir. Pero este año está Gaizka y con muchas ganas de venir.

Supongo que en el Eibar, con tanto cambio en verano, les habrá costado más encontrar a quién traer.

-Sí y Dani García que está jugando habitualmente lo está haciendo con problemas y es conveniente que no venga para que pueda descansar y recuperarse.

¿Han tenido algún problema con el Tenerife?

-No, ninguno. Es el único club de fuera de Euskadi que aporta un jugador, como es Jon Aurtenetxe, pero sin problemas.