bilbao - Ángel María Villar, presidente de la RFEF, vicepresidente de FIFA y vicepresidente primero de UEFA, estuvo el pasado domingo en Yokohama (Japón) para entregar las medallas a los jugadores del River Plate argentino y el Barcelona, finalistas del Mundial de Clubes, y posteriormente otorgar el trofeo de campeón al capitán azulgrana Andrés Iniesta.

Con casi toda la cúpula de la FIFA y UEFA suspendida o procesada, Villar se ha convertido en la cabeza visible de estas dos grandes organizaciones futbolísticas, como atestiguó en Japón, pero ayer regresó al ámbito doméstico, a su feudo, para presidir la última reunión de la directiva de la RFEF y en el tradicional encuentro navideño en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas antes de afrontar un año electoral, donde se presentará a la reelección en busca de su octavo mandato y 32 años al frente de la Federación.

Tras la reunión, Villar, que estuvo acompañado de su aliado Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), no compareció ante los periodistas, como es habitual en él, pero a través de su gabinete de prensa transmitió un mensaje triunfalista sobre su gestión y una queja, aunque muy sucinta y sin entrar en detalles, aunque probablemente se refiera a sus enfrentamientos con los presidentes de la LFP y del CSD, Javier Tebas y Miguel Cardenal, respectivamente, a causa, principalmente, de la opacidad de las cuentas federativas y el Decreto Ley para complementar la nueva ley del Deporte Profesional.

“Ha sido un año muy intenso y de grandes éxitos a nivel nacional e internacional”, pero también “lleno de incomprensiones hacia la RFEF”, señaló el mandatario bilbaino, para luego hacer un repaso de los últimos doce meses y agradecer “el trabajo realizado” en el seno federativo.

“Todos somos necesarios y nadie imprescindibles”, dijo Villar, para añadir que “cada uno de nosotros cumple su función, y a todos quiero darles las gracias por su dedicación y su esfuerzo en pos del fútbol español. Ha sido un año muy intenso y de grandes éxitos conseguidos a nivel nacional e internacional, en todos los aspectos. También ha sido un año lleno de incomprensiones hacia la RFEF”.

Según informó el organismo federativo, el presidente definió 2015 como “exitoso a nivel de selecciones, clubes, jugadores, árbitros y entrenadores y dirigentes” y destacó que la selección absoluta “se ha clasificado de manera brillante para la Eurocopa de 2016”, lo que la permitirá participar de forma consecutiva en seis campeonatos de Europa.

El presidente consideró que el fútbol español es “modélico en la organización de los campeonatos de liga en todas las disciplinas”, “genera admiración en la sociedad española” y atiende “a miles de deportistas que están bajo el paraguas del fútbol aficionado”. “En la Ciudad del Fútbol tenemos una intensa actividad diaria, muy desconocida. Somos un ejemplo para el mundo, en esta Ciudad del Fútbol”, asegura Villar.