berlín - El Bayern Múnich confirmó ayer el traspaso del centrocampista Bastian Schweinsteiger al Manchester United después de 17 años defendiendo los colores del club bávaro donde se formó, dio el salto al profesionalismo y ganó todo lo que se puede ganar a nivel de clubes en el fútbol europeo.
La noticia se produjo justo el día de la presentación oficial del equipo y fue recibida con pitos por los cerca de 60.000 aficionados que se dieron cita en la Allianz Arena.
Schweinsteiger fue ocho veces campeón alemán con el Bayern, un récord que comparte con Oliver Kahn y Mehmet Scholl, ganó siete veces la Copa de Alemania, una vez la Liga de Campeones y una vez el Mundial de Clubes.
En la última temporada hubo mucho debate acerca del papel de Schweinsteiger, que tiene 30 años, en los planes del entrenador Pep Guardiola que parece preferir para su posición a Xabi Alonso. Rumennige, presidente del Consejo Directivo del Bayern, salió ayer al paso de quienes quieran responsabilizar a Guardiola de la marcha de Schweinsteiger. “Traté de convencerlo de que se quedara pero entiendo que un jugador después de 17 años en el Bayern quiera al final de su carrera buscar una nueva experiencia. No es el primero”, dijo.
Rummenigge agregó que le había prometido a Schweinsteiger que cuando termine su carrera tendrá en Múnich un gran partido de despedida y dejó abierta la posibilidad de que, tras dejar las canchas, Schweinsteiger podría empezar una segunda carrera en el Bayern.
El grito de “Bastian Schweinsteiger, Fussballgott” (Bastian Schweinsteiger, Dios del fútbol) dejará de ser ahora parte del panorama acústico habitual de la Allianz Arena de Múnich. A Schweinsteiger le quedaba un año de contrato y, según cifras oficiosas, el Manchester United pagará por él entre 18 y 20 millones de euros.
En Manchester United, Schweinsteiger se reencontrará con Louis van Gaal, con quien ya trabajo en el Bayern. - Rodrigo Zuleta