Barcelona2
Real Madrid1
BARCELONA: Bravo, Alves, Piqué, Mathieu, Alba, Mascherano, Iniesta (Min. 80, Xavi), Rakitic (Min. 76, Busquets), Messi, Luis Suárez y Neymar (Min. 85, Rafinha).
REAL MADRID: Casillas, Carvajal, Pepe (Min. 73, Varane), Sergio Ramos, Marcelo, Modric (Min. 88, Lucas Silva), Kroos, Isco (Min. 80, Jesé), Bale, Cristiano y Benzema.
Goles: 1-0: Min. 19; Mathieu. 1-1: Min. 31; Cristiano. 2-1: Min. 56; Luis Suárez.
Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Mostró cartulina amarilla a Pepe (Min. 21), Cristiano (Min. 37), Ramos (Min. 45), Carvajal (Min. 48), Modric (Min. 52) e Isco (Min. 64) por parte del Real Madrid; y a Luis Suárez (Min. 28), Alba (Min. 37), Mascherano (Min. 61), Iniesta (Min. 65) y Alves (Min. 71) del Barcelona.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo octava jornada de liga disputado en el Camp Nou ante 98.760 aficionados, que llenaron el recinto.
bilbao - El Barcelona acaricia ya el título de liga. Lo siente suyo a pesar de que restan aún 30 puntos en juego y aventaja en cuatro al Real Madrid, su máximo rival y al que se impuso ayer en el Camp Nou por un ajustado 2-1. Queda mucho campeonato, pero a tenor de la trayectoria de uno y otro equipo en este 2015, no parece que el conjunto blanco vaya a ser capaz de darle la vuelta a la tortilla. A su favor, eso sí, tienen el gol average, un leve consuelo en medio de tantos males. Y pudo ser peor, pues los culés dispusieron de hasta cuatro claras ocasiones de gol en los minutos finales para haber decantado de la balanza aún más a su favor. Pero el jaque a la liga es real. El Barça va lanzado mientras el Madrid se diluye cual azucarillo. El físico de los hombres de Carlo Ancelotti, señalado y cuestionado en las últimas semanas, en las que se ha llegado a hablar incluso de ultimátum, da para lo que da. Ayer, 60 minutos. Los que aguantó Luka Modric enchufado. Con su desplome llegó la debacle blanca.
Tiene, sin embargo, a qué aferrarse el conjunto merengue. El croata aporta músculo competitivo a un centro del campo que ha pecado de falta de intensidad en muchas ocasiones. El equipo ha llorado su larga ausencia -algo más de tres meses-, y es que tal es su importancia en el esquema del técnico italiano, que con apenas 100 minutos de competición tras su recuperación, nadie cuestionó su titularidad. Estuvo a un gran nivel, tanto, que de sus botas nació el gol del empate del Madrid. El croata, amo y señor del partido en esos instantes, conectó con Benzema, que asistió con un magistral taconazo a Cristiano, que solo tuvo que empujar la pelota al fondo de las mallas desde el punto de penalti. No perdonó el luso; a la segunda, eso sí, pues en el minuto 12 gozó de una ocasión que debió abrir el marcador. Benzema, su fiel escudero, le encontró en el segundo palo y solo el larguero evitó un gol cantado.
Quien sí atinó a las primeras de cambio fue el Barcelona. Algo impreciso en lo minutos iniciales, sin Busquets en la medular, el faro de un equipo que supo sufrir en el acto inicial para acabar matando en la segunda, el conjunto azulgrana, paradojas de la vida, hizo gol a balón parado. Messi, en uno de los clásicos más tristes que se le recuerdan, en el que solo tuvo protagonismo cuando el partido ya languidecía y el Madrid aguantaba el tirón a duras penas, apuntó a la cabeza de Mathieu, que solo, libre de marca, remató a placer ante un Casillas vendido. Llegó tarde Ramos, otro de los resucitadores, como Modric, al que esperaban como agua de mayo los hinchas blancos. El hombre que encarna ahora el espíritu de Juanito, ayer no tuvo su noche. Dejó solo al central francés para que este abriera el marcador y no solo eso, pues luego erró también en el segundo gol azulgrana.
El tanto inicial de Mathieu no cambió los planes del Madrid. Cerrado atrás, con dos líneas de cuatro muy juntas, los de Ancelotti demostraron que con sacrificio defensivo y un poco de generosidad colectiva son uno de los mejores equipos del planeta. Sin eso, no pasan de ser un equipo grande. Debe ser que al conjunto blanco le ponen las grandes citas, pues ayer tuvo contra las cuerdas al Barcelona en algunos instantes de la primera mitad. El tanto de la igualada de Cristiano -vencedor en su duelo particular con Messi- a la media hora de juego fue el preámbulo de los mejores minutos blancos, aunque Neymar, sin oposición, tuvo el 2-0 en su pierna izquierda solo un minuto antes. Erró el brasileño y el Madrid no perdonó. Iniesta, Rakitic y Mascherano se mostraron incapaces de frenar a Isco, Kroos y Modric. Faltaba Busquets. Sin faro, el Barça comenzó a resquebrajarse en defensa. Desaparecidos Alba y Alves, los dos laterales, Piqué y Mathieu, además de Bravo, evitaron la remontada. Le faltó puntería al Madrid. Bale, Cristiano y Benzema, el más activo en ataque, no atinaron y el encuentro llegó igualado al descanso.
Los primeros minutos tras la reanudación siguieron evidenciando la superioridad blanca. El meta chileno, providencial en varias acciones, se disfrazó de Superman para enviar a córner un disparo de Benzema que se envenenó tras tocar en la pierna de un defensa culé. Después lo intentó Marcelo, un pulmón en banda izquierda, pero sin suerte.
Resurgir azulgrana
Ahí se acabó el Madrid. Duró hasta que le aguantó la gasolina, o quizá algo menos, pues el gol de Luis Suárez a los 56 minutos fue una puñalada tan profunda que el conjunto blanco no dejó de sangrar en los minutos finales. Luis Enrique ha sabido cambiar el estilo de juego del Barcelona. La posesión del balón es innegociable, es el ADN Barça, pero jugar de manera más directa no está prohibido, todo lo contrario. Así, un balón largo de Alves a la espalda de la defensa encontró al uruguayo, siempre presto para la batalla. Bajó magistralmente el esférico con un control orientado que impidió que tanto Pepe como Ramos, que rompió el fuera de juego, le alcanzaran. No le tembló el pulso. Cruzó ante Casillas, que se lanzó muy pronto, y llevó el 2-1 al marcador.
Ahí se acabó el partido. El Barcelona se hizo con el balón mientras el Madrid agonizaba en la presión. Un intento inútil. El equipo azulgrana perdonó hasta cuatro claras ocasiones. Neymar dispuso de dos, Messi de una y hasta Jordi Alba se atrevió en un mano a mano con Casillas que este lanzó a córner. La entrada de Busquets le dio más estabilidad al equipo y Xavi, que igualó a Paco Gento con su clásico 42, puso la tranquilidad. Así, con el triunfo de anoche, el Barça sale reforzado del Camp Nou; el Madrid, noqueado. Es el jaque a la liga de un conjunto que ya se ve campeón.