bilbao. ¿Dónde estaba cuando recibió la noticia del interés de la selección libia?
Llevaban un mes hablando conmigo para ver si aceptaba o no, y más o menos, discutiendo las condiciones, porque había más entrenadores para optar al puesto.
¿Tiene constancia del nombre de alguno de ellos?
Sí, pero no es bueno publicarlo.
¿Cómo se tomó la llamada de interés de Libia?
Eso siempre me lo tomo bien, lo que pasa que se te crean unas cuantas incertidumbres y curiosidades, por eso después de muchas negociaciones todo quedó pendiente de ver cómo yo veía el dónde estar, qué medios tienen para entrenar, cuál es la zona donde se puede vivir... Una serie de matices, porque claro, hay que estar aquí mucho tiempo y deseaba estar lo más cómodo posible. Hasta que no he venido no he dado el visto bueno.
¿Qué ve Libia en Javier Clemente?
Un entrenador que ha contado siempre fundamentalmente con gente joven y mucha experiencia.
¿Cómo le han convencido?, ¿cómo le han vendido el proyecto?
Ellos nunca se han clasificado y nunca han conseguido nada; quieren tener un incremento en cuanto a rendimiento deportivo, y me han traído fundamentalmente por ello, pero mucho se debe a que Libia va a celebrar en 2017 la Copa de África y quieren rejuvenecer el equipo de cara a ese año.
O sea, es un proyecto con vistas a largo plazo.
Sí, lo que pasa que es un país limitado, solo tiene 7 millones de habitantes.
Usted ha firmado para los dos próximos años.
Sí, porque este año hay un Campeonato de Sudáfrica de jugadores que juegan en África y luego está la clasificación para la Copa de África. Con solo un año no abarcas todo esto.
¿Y qué se ha encontrado? ¿Qué impresión le ha dado?
El proyecto me ha dado buena impresión, sí, pero luego está la personalidad de ellos. Tengo que conocer a los jugadores y ver cuál es el techo de rendimiento que tienen o el nivel de rendimiento que tienen, porque luego hay que tener en cuenta que es gente con su carácter y su temperamento, y no sé si tendrá un incremento de esfuerzo para amoldarse a lo que es un equipo de alta competición.
¿Le han marcado alguna exigencia u objetivo?
Sí, los objetivos de todos los equipos son ser campeón. O sea, ganar todo, que el equipo juegue muy bien, que salga gente joven... Los proyectos de los clubes siempre son los mismos; si estás en un club en descenso, el objetivo es salvarte, pero claro, si esto fuera juego fácil, entrene usted, ¿no?
¿Y dónde estaría Libia?, ¿lucharía por evitar ese descenso?
No te puedo decir, porque ahora no sé hasta dónde puede llegar. No sé qué jugadores son ni qué potencial tienen, ni cuáles son sus limitaciones.
En cuanto a selecciones, primero entrenó a España, luego a Serbia, después a Camerún y ahora a Libia, perfiles diferentes. ¿Qué busca con esta nueva experiencia?
Seguir divirtiéndome entrenando. Disfruto entrenando. Es muy incómodo, pero no voy donde yo quiero; llevo muchos años queriendo estar en el Athletic y por lo que sea, no ha salido. A mí me gusta entrenar, si no en el Athletic, me hubiera gustado dirigir Lezama, retornar al Athletic, pero no ha sido posible, porque por una directiva o por otra, pues no lo han creído factible. ¿Por qué? Porque hay muchas circunstancias.
¿Dudó antes de decidirse?
Sí, claro, ha habido muchos puntos y el cambiarlos o no. Uno no se viene a Libia así, de buenas a primeras. Es un poco complicado.
Su última experiencia fue el curso pasado en el banquillo del Sporting, ¿prefiere una selección a un club?
No. Hombre, en el club trabajas más en el día a día y en la selección no puedes, para empezar porque los jugadores están con sus clubes. La información es más de ver partidos y vídeos y cuando estás con ellos, aprovechar el tiempo al máximo, pero yo no tengo mucho tiempo para entrenar, ese es el problema.
¿Cuánto tiempo tiene pensado pasar allí?
Más o menos tengo pensado estar dos o tres semanas al mes. Luego estaré 8 o 10 días en España y luego volveré e iré... No voy a estar de continuo.
¿Qué cree que puede aportar al fútbol libio? ¿Viaja con alguna idea concreta?
Yo en el fútbol lo tengo muy claro, yo no voy a las frases que se dicen, porque la mayoría son todas mentira. El fútbol es sacar rendimiento al equipo. Unos tienen que jugar bonito, unos tiene que no se qué... Que no, que los entrenadores lo que tenemos que hacer es que los jugadores que tenemos rindan para el equipo a nivel de resultados. Todo lo demás es mentira y quedar bien, adornar a los periodistas. Pero como todavía hay muchos periodistas que son tontos, pues son frases para ellos.
¿Cuándo comenzará a ejercer en el banquillo?
A primeros de octubre tengo que ir.
¿Conoce la fecha de su debut?
El primer partido oficial que tengo es el 13 de enero, pero tengo que planificar, jugar algunos amistosos.
Actualmente Libia está en el ránking 70 de la FIFA...
Mira, del ránking 10 para atrás, todos son parecidos, igual, no importa. Lo del ránking, hay que ver el nivel de mejora que tiene, porque luego igual resulta que tienen que estar en el 75 y no pueden mejorar más.
Comentaba que la decisión de aceptar el cargo en Libia es compleja por el modo de vida, la distancia, pero además la situación política también es compleja, se vive una transición.
Están en vías de tirar para adelante. Hay una cierta calma y mucha reestructuración, mucha obra. Están viviendo un cambio radical. Yo de política no tengo mucha idea, pero se percibe que quieren hacer de Libia un gran país. Es por lo que pelean, al igual que yo por hacer un buen equipo.
¿Un contexto de estos puede condicionar a la hora de aceptar o no?
Es uno de los factores que uno estudia. Analizas todas las situaciones, la forma de vida, qué voy a hacer y qué no, cómo voy a estar, porque en el fútbol no voy a estar las 24 horas. Aquí hay muchos españoles y empresas españolas, por tanto, yo soy mi propia empresa en este sentido, voy a trabajar para el equipo nacional.
Los éxitos del fútbol español y su repercusión a nivel mundial han hecho que sea un fútbol exportador. ¿Ha influido en su cargo? ¿Forma parte de esa corriente exportadora?
No. A nivel internacional hay muchos medios, internet... Yo tengo muchas páginas de internet en las que escriben muchos periodistas, de la zona de Madrid sobre todo, y que a mí no me conocen de nada, entonces todo es en plan negativo; hay otros que no. Lo que está claro es que a nivel internacional saben quién soy yo, soy un tío conocido a nivel profesional por los clubes, por las federaciones..., no por los periodistas, no por la imagen que dan algunos periodistas de lo que soy yo, si no por mi trayectoria profesional. Hay gente que siempre habla de los descensos, pero nunca de en qué condiciones fui yo a esos equipos, que eran ya los últimos. He ido a equipos que han estado los últimos, no los he descendido yo. No los he podido salvar; y he salvado a cinco, entre ellos, al Athletic, a la Real, al Espanyol, al Olympique de Marsella... Muchos. De modo que en Libia se ha sentido valorado.
No se puede entrenar en los clubes que he entrenado sin ser conocido. El ganar dos Ligas, no muchos entrenadores pueden decir que han ganado dos Ligas con un equipo que no sea Real Madrid o Barcelona. No sé si habrá uno, dos o tres.
¿Se ve más valorado fuera de Bilbao o de España?
En España el problema que tengo yo es el sector de la prensa, que cuando sale mi nombre, arrea con todo, y muchos clubes se asustan. No es la primera vez que me han dicho que ficharme me ficharían, pero que tienen bastante respeto a lo que publica la prensa y que les da miedo y que, por tanto, no me fichan. En Bilbao pasa lo mismo. Yo hace mucho tiempo podía haber estado en Lezama y bueno, ha dado cierto miedo
¿En Libia conocen al último Athletic campeón?
Saben, sí, pero la mejor imagen de mi trayectoria es que fundamentalmente he rejuvenecido la mayoría de los equipos a los que he ido. Del Athletic saben que somos un equipo de cantera y que sacaba a chavales jóvenes.
¿Qué les contará de Bilbao?
Nada. Bueno, si me preguntan algo, lógicamente, lo único que puedo hablar es bien, ¿no?