lisboa-londres. La final de la Europa League (20.45 horas, Cuatro) medirá hoy a dos clubes antagónicos: el Benfica, equipo histórico que brilló en la Europa de principios de los 60, y que afronta un largo período de sequía continental, y el Chelsea, ahora un conjunto rico y potente cuyos mayores éxitos se remontan a la última década, sobre todo su primera Liga de Campeones conquistada hace un año.
De un lado de la balanza, la mayor competitividad de la Premier, un presupuesto cuatro veces superior al de su rival (más de 300 millones de euros) y estrellas a nivel mundial como Terry, Lampard o Torres. Del otro, el factor sorpresa y el buen juego realizado este año por las águilas, sedientas de un título europeo.
El Chelsea entrenado por el español Rafa Benítez buscará hoy en Ámsterdam arrebatar al Benfica la Liga Europa y levantar un trofeo continental por segundo año consecutivo. Ante los portugueses, los blues tendrán la posibilidad de añadir un nuevo título a su palmarés tras una temporada que comenzó con su eliminación de la Champions, título que defendía. Si el club londinense consigue el segundo campeonato europeo de la era del magnate ruso Roman Abramovich, se convertiría en el tercer equipo en la historia que gana la Champions y la Liga Europa -antes, Copa de la UEFA- en dos temporadas consecutivas.
El conjunto inglés llega a la capital holandesa en pleno estado de forma y sin conocer la derrota desde hace más de un mes, lo que le ha garantizado casi con seguridad el tercer puesto en la Premier League y la clasificación directa para la próxima Champions.