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La final y a costa del gran enemigo

Messi y Ronaldo vuelven a confrontar su clase en un partido con mucho en juego

La final y a costa del gran enemigoAFP

bilbao. El orbe futbolístico se vuelve a detener ante la disputa del clásico, otro Barça-Real Madrid con mucho en juego, sobre todo para el equipo blanco y su técnico, Jose Mourinho, que se aferra al torneo copero y a la Liga de Campeones para salvar la temporada, asumido desde hace mucho tiempo, demasiado para un gigante como el Real Madrid, que la Liga BBVA está más que perdida. Pero el Barcelona también tiene mucho que ganar y mucho que perder en un momento de aparente desconcierto, con el entrenador Tito Vilanova convaleciente en Nueva York y la sombra de la derrota ante Milan y cómo se produjo planeando sobre el Camp Nou. Y será otro desafío personal entre los dos mejores futbolistas del mundo: Leo Messi por el lado azulgrana y Cristiano Ronaldo por el madridista.

Al espectáculo futbolístico se ha sumado la polémica. La presencia como colegiado del navarro Undiano Mallenco, tan poco querido por la afición del Athletic, también está bajo sospecha entre la culé. Ayer fue Jordi Roura, el asistente de Vilanova, quien recordó la influencia que ejerció en la final que el Barça perdió frente al Madrid en 2011, lo que supuso el primer título de Mourinho ante el Barça de Guardiola.

En lo deportivo hay dudas sobre quien es el mejor en el cuerpo a cuerpo, lo cual realza la importancia del choque. En los cuatro clásicos disputados en la presente temporada se registra una victoria para cada uno de ellos en la Supercopa de España, que se llevó el Real Madrid por el valor doble de los goles fuera de casa, un empate en el partido liguero en el Camp Nou y otro en el copero en el Bernabéu.

Pero la presión es para el Real Madrid. Con la Liga muy complicada y a las puertas de un nuevo clásico -que se jugará el sábado en el Bernabéu-, el equipo de Jose Mourinho está obligado a reivindicarse en una semana en la que necesita salir a flote en Barcelona y en Manchester, dentro de una semana.

El Barça tendrá que reinventarse después de las dudas que se han desatado tras la derrota europea en Milán y la poco convincente victoria liguera frente al Sevilla. Ante el equipo rossonero, los azulgranas demostraron su incapacidad para superar a un rival parapetado atrás, que cortó las vías de producción de los catalanes, que encajaron dos goles ante un equipo que jugó a la contra.

En el Barça preocupan los problemas defensivos tras once partidos consecutivos sin dejar la portería a cero, un inconveniente añadido para los de Jordi Roura.

El clásico, además de para asegurarse la presencia en una final copera, servirá a los azulgranas para darle una vuelta a su dibujo táctico, tal y como se pudo observar en la segunda parte ante el Sevilla.

apuesta por un '9' Con David Villa como 9, fijando a los centrales, Messi tuvo más opciones en la media punta, pero también la profundidad de Dani Alves en la banda derecha permitió más opciones en ataque para los azulgranas, reforzados arriba con la entrada de Tello como extremo izquierdo.

La principal duda estriba en si el Barça redibuja su esquema de ataque y decide prescindir de uno de los centrocampistas, como Cesc. De ese modo, Iniesta volvería a la medular, Pedro entraría por la banda, Messi actuaría de media punta y Villa como 9.

Para el Real Madrid llega la hora de la verdad. Aferrado a su líder, Cristiano Ronaldo, que ha marcado en los cinco últimos clásicos en el Camp Nou, y con la sorprendente irrupción de un Kaká en gran momento físico que gana opciones de titularidad después de tres brillantes partidos. El Real Madrid llega con todo al clásico, salvo su capitán Iker Casillas, lesionado.