SEVILLA: Palop; Cicinho, Spahic, Botía, F. Navarro, Maduro, Medel, Rakitic (Min. 61, Manu del Moral), Jesús Navas, Negredo (Min. 70, Luna) y Trochowski.
REAL MADRID: Casillas; Arbeloa (Min. 65, Callejón), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo, Khedira, Xabi Alonso, Di María (Min 46, Modric). Özil, Cristiano Ronaldo y Higuaín.
Goles: 0-1: Min. 1; Trochowski.
Árbitro: Undiano Mallenco amonestó con tarjeta amarilla a los locales Fernando Navarro, Rakitic y Luna; y a los visitantes Higuaín y Di María.
Estadio: Media entrada en el Ramón Sánchez Pizjuán pese a la visita del Real Madrid.
bilbao. El Madrid no carbura y ve cómo el Barça está ya a ocho puntos de distancia. El Sevilla le sacó anoche los colores en el Sánchez Pizjuán al imponerse en un partido (1-0) en el que los blancos (ayer lucieron la camiseta verde) fueron inferiores en todas las facetas. Y no solo Cristiano Ronaldo debe estar triste.
Los locales arrancaron el choque con un ritmo frenético. No había pasado ni un minuto desde que Undiano Mallenco dio el pitido inicial y Casillas ya tuvo que emplearse a fondo para evitar el gol. Algo que no pudo evitar segundo después. A la salida de un córner, los de Michel tiraron de pizarra y Trochowski aprovechó un error en la marca de la defensa blanca para empalmar un balón a bote pronto que entró sin remedio en la portería del Madrid.
Con el partido cuesta arriba, a los hombres de Mourinho les entraron los nervios. Y con el Sevilla delante -el once andaluz es especialista en el juego subterráneo-, los merengues no supieron contar hasta diez. Higuaín, tras una agresión sin balón, y Di María, que pudo ver la segunda amarilla por lo mismo, tendrían que haber dado las gracias al árbitro por no haber acabado en el vestuario antes de tiempo. Y antes de la polémica, un par de disparos de Cristiano Ronaldo, que desvió sin grandes apuros Palop -para él no pasan los años-, fueron las únicas ocasiones de los madrileños en los primeros cuarenta y cinco minutos.
Tras la reanudación, la presumible bronca de Mourinho en el vestuario hizo su efecto. Aunque de nuevo apareció el guardameta del Sevilla para poner orden. Sobre todo en un disparo de Modric, que desvió al palo tras una bonita estirada. Sergio Ramos tuvo otra ocasión con la cabeza, pero no fue capaz de frenar la pelota y su remate, bajo los palos, se fue al fondo. Hasta el final, el Sánchez Pizjuán fue una fiesta gracias a la merecida victoria del Sevilla.