madrid. Cristiano Ronaldo zanjó el tema del futuro de su entrenador, su compatriota José Mourinho, asegurando en la previa de los octavos de Liga de Campeones, ante el CSKA ruso, que "va a continuar".
Fue la imagen de una rueda de prensa de repercusión mundial. Cristiano Ronaldo compareció un año y medio después en una rueda de prensa en la ciudad deportiva de Valdebebas y a su derecha tenía a Mourinho. "Va a continuar", respondió Cristiano preguntado por el futuro que Mourinho no desvela antes de soltar unas sonrisa. Contrastó con la seriedad en el rostro de Mourinho, que hizo un gesto de aprobación con la cabeza.
Minutos antes, el técnico portugués desveló que su futuro en el Real Madrid, club en el que tiene firmado un año y medio más, no depende de si gana la Décima Copa de Europa. "Si mi futuro depende de esta eliminatoria la respuesta es no, a no ser que el club me eche", manifestó Mourinho. "Yo no haré depender mis decisiones en función de ganar o perder un partido".
El Real Madrid asume el papel de favorito en unos octavos de final que han dejado de ser malditos desde la llegada de Mourinho y quiere demostrar ante el aguerrido CSKA ruso, que no renuncia a nada en el Bernabéu tras el empate a uno de la ida, que están enterrados los fantasmas europeos del pasado tras seis años sin superar la barrera de octavos.
Con todo, los rivales no pierden la ilusión. Así, Alan Dzagoev, futbolista del CSKA de Moscú, afirmó ayer que "sólo el fútbol ruso puede oponerse al Real Madrid", pese al empate a un gol del encuentro de ida en la capital rusa. Dzagoev añadió: "Creo que no hay nada imposible en esta vida. Si hemos metido goles al Inter, podemos meterle dos goles al Real Madrid. Demuestra que podemos jugar bien", aseguró.
Chelsea-Nápoles Además del Real Madrid-CSKA; hoy se disputa un apasionante encuentro, donde el Chelsea de Roberto Di Matteo confía en Stamford Bridge, donde ha logrado diez goles a favor y ninguno en contra en la presente edición del torneo, para lograr la remontada ante un Nápoles que busca hacer historia (3-1 en la ida).
Un resultado que empujó al dueño del club y magnate ruso Román Abramóvich a cesar al técnico luso Vilas-Boas ocho meses después de contratarle del Oporto tras abonar 15 millones de euros.