Un despido regado con lágrimas

bilbao. A lágrima viva, Manuel Vega Arango, presidente del Sporting, comunicó oficialmente la destitución del entrenador, Manolo Preciado, aunque quiso quitarle hierro, poner paños calientes y edulcorar lo evidente afirmando que no le gustaba "llamarle cese" a la decisión tomada. "Espero que sirva para mejorar la situación por la que atraviesa el club", añadió Vega Arango, quien comunicó que el segundo entrenador, Iñaki Tejada, "se hará cargo del equipo" sin aclarar si es de manera interina o hasta el final de la presente temporada.

La goleada en Anoeta frente a la Real Sociedad, el pasado domingo (5-1), fue la gota que colmó el vaso, aunque el pasado lunes se daba por hecho que el técnico cántabro tendría un crédito más y dirigiría al Sporting en el partido del próximo fin de semana ante Osasuna en El Molinón.

Manolo Preciado se convierte así en el séptimo entrenador destituido en Primera División en lo que va de temporada, tras el danés Michael Laudrup (Mallorca), Héctor Cúper (Racing), Juan Carlos Garrido (Villarreal), Gregorio Manzano (Atlético de Madrid), Javier Aguirre (Zaragoza) y Fabri González (Granada).

Vega Arango tuvo que interrumpir varias veces su alocución debido a la emoción. Agradeció "el trabajo, la dedicación y los éxitos de Preciado", del que destacó su "hombría al aceptar hace seis años entrenar a un Sporting que estaba en las cenizas, y con su trabajo fue parte muy importante de que hoy este club esté como está".

"Te despido con el corazón, con enorme pena y deseándote toda la suerte del mundo", declaró Vega Arango, a la vez que hacía votos para "que esta dolorosa decisión sirva para que el equipo reaccione".

Por su parte, Manolo Preciado controló más su emoción y declaró que necesitaría "siete vidas para agradecer todo el cariño recibido durante estos años en Gijón", ciudad en la que se quedará a vivir a la vez que pidió "perdón por las cosas que haya podido hacer mal durante todo este tiempo".

"Voy a ser del Sporting siempre y no habrá mayor alegría que ver a este club en el sorteo de Primera la próxima temporada", algo que está seguro que va a pasar porque volvió a mostrar su confianza en "una plantilla que ya superó situaciones más difíciles que esta en ocasiones anteriores".

la paciencia En ese sentido Manolo Preciado reiteró su creencia en que "la temporada pasada la situación fue más complicada" y también que en aquel momento se vio "más fuera que dentro del equipo". Pero a diferencia ahora, entonces sí hubo paciencia con el técnico cántabro, que finalmente alcanzó la salvación.

Preciado también deseó mucha suerte a su sustituto y negó que se arrepintiera de no haber sido más exigente con el club a la hora de la confección de las plantillas poniendo como justificación la gran mejora que ha evidenciado el Sporting en todos los aspectos en los últimos años "con un campo nuevo, Mareo en magníficas condiciones y sin olvidar que el equipo sigue en Primera".

El técnico confesó que nunca había pensado en estar tanto tiempo en el Sporting y no acertó a señalar cuáles fueron los mejores momentos de esta larga estancia: "Hubo muchos buenos, tal vez el ascenso, pero también los hubo malos".