LEMONA: Alcalde, Piette, Gorka Martínez, Iglesias, Seguín, Bilbao, Txopi (Min. 62, Rebollo), Suarez (Min. 46, Solaun), Rojas, Navarro (Min. 88, Gurrutxaga) y Jon Orbegozo.

BILBAO ATHLETIC: Serantes, Bustinza, Etxebarria, Albizua, Saborit, Eguaras, Ruiz de Galarreta, Guillermo, Eraso (Min. 87, Ramalho), Ibai (Min. 68, Jonxa) y Mikel Orbegozo (Min. 57, Yurrebaso).

Goles: 1-0: Min. 85; Rebollo, de penalti.

Árbitro: Vallejo Aznar. Expulsó al visitante Bustinza por doble amarilla (Min. 83) y con roja al entrenador Ziganda (Min.61). Además, amonestó a los locales Bilbao y Jon Orbegozo y a los visitantes Etxebarria, Albisua, Eraso, Guillermo y Serantes.

Incidencias: 600 personas en Arlonagusia.

lemona. Aunque hagas las cosas bien, si no aciertas ante la portería contraria y te encuentras frente a un rival que conoce a la perfección sus armas y las explota con acierto en los momentos cruciales, en un terreno de juego al que se adapta con suma facilidad, poco tienes que hacer.

El Bilbao Athletic disfrutó de claras ocasiones antes del descanso para sentenciar pero se mostró nulo de cara a gol. Saborit destacó con sus imponentes subidas y Ruiz de Galarreta jugó casi siempre con criterio. Sin embargo, el Lemona logró llegar con vida al final del encuentro. Salió Rebollo y, en una de sus típicas internadas, Eraso le zancadilleó y Jon Orbegozo sentenció el choque desde los once metros. Ya nadie se acordó de lo que increíblemente había fallado su hermano en la primera mitad y los de Ziganda se marcharon de Arlonagusia encajando su primer gol en Liga a la vez que su primera derrota en la presente temporada. Por su parte, el Lemona logró sumar sus tres primeros puntos, que llegan como agua de mayo a la sede cementera para espantar fantasmas y evitar que el nerviosismo se apodere de equipo y afición.

El primer tiempo fue el turno del juego directo, con unos cachorros muy inquietos que crearon ocasiones suficientes para adelantarse en el marcador. Un jugadón de Saborit, que se metió en el área y que su disparo desbarató Alcalde, y dos clarísimas ocasiones de Mikel Orbegozo antes del descanso, en las que no anduvo fino frente a Alcalde, fueron las amenazas. El peligro era bilbaino y los lemoarras apenas podían hacer frente al orden visitante. Ruiz de Galarreta era el timón, aunque no tenía mucho sitio para desplegar su fútbol. Duelo de hermanos con el nueve a la espalada.

Tras el descanso, el derbi se apagó. El Lemona jugaba a trompicones pero no llegaba con peligro al área. Los cachorros seguían con el dominio y Saborit disparó con malicia. Los visitantes fueron desapareciendo físicamente y el Lemona golpeó con sus armas y terminó ganando de penalti en las postrimerías.