El paro liguero no tiene solución
AFE y LFP se reunieron ayer hasta altas horas sin que el sindicato de jugadores diera su brazo a torcer, lo que conducirá a suspender también la segunda jornada
BILBAO. Un callejón sin salida. La sexta reunión entre la AFE (Asociación de Futbolistas españoles) y la LFP (Liga de Fútbol Profesional) acabó casi como empezó, sin acuerdo, y todo apunta a que el próximo fin de semana el balón seguirá sin echar a rodar tanto en la máxima categoría como en la Liga BBVA como en la Liga Adelante. Tras otra maratoniana jornada hasta altas horas de la noche -que al cierre de esta edición seguía en marcha- el intercambio de posiciones que parecía atisbar avances en el horizonte no fructificó y los futbolistas no habían dado su brazo a torcer al no terminar de aceptar la propuesta de los clubes sobre un nuevo convenio que garantice los futuros sueldos y las cantidades que se les adeuda. Desde Turquía, el presidente del Athletic Josu Urrutia transmitió que la información que poseía era que "está muy difícil que se pueda disputar esta jornada".
Pasadas las cuatro y media de la tarde llegaron a la sede de la Liga de Fútbol Profesional, tanto el presidente del sindicato, Luis Rubiales, como su portavoz, Luis Gil, y varios asesores del sindicato, que no realizaron declaraciones a su entrada. Sobre las nueve de la noche los componentes de una y otra parte hicieron un alto para proseguir a eso de las diez y media, y con intención de volverse a reunir hoy pero ya seguros de que la suspensión permanecerá inalterable. El encuentro mantenido el martes había dejado como punto clave de la discusión el pago de las deudas, asunto que retomaron ya en la mañana de ayer varios grupos de trabajo. En verdad, las posiciones sobre la mesa fueron las mismas y en palabras del propio Gil, las partes acudieron "sin motivación", aunque las intenciones de cara a la galería fueran las mejores. No en vano, hace quince días que la Liga le dijo a la AFE hasta donde podía llegar económicamente en cuanto a las garantías salariales. Los jugadores saben que, en este ejercicio de presión, si terminan cediendo sería algo sin sentido. LFP y AFE piensan más en cómo salir del atolladero ya que una tercera jornada en huelga supondría una situación por calendario y patrocinios insostenible. Aparte de cómo y cuándo adecuar las jornadas suspendidas, el telón no se alzaría hasta el 10 y 11 de septiembre, ya que la próxima semana pertenece a las selecciones internacionales.
Para colmo, el Calcio no levantará la persiana. Los clubes rechazaron firmar la renovación del convenio de los futbolistas, con lo que cada vez es mayor el riesgo de que el inicio se vea aplazado. Los representantes de los clubes se reunieron en Roma y rechazaron la entente sobre el convenio por 18 votos a 2. El principal punto de desencuentro reside en el artículo 7, que establece la posibilidad de que las directivas decidieran unilateralmente que un jugador se entrenase por separado del resto del plantel. A ello se suma el impuesto de solidaridad, incluido en el último plan de ajuste del presidente Berlusconi, que prevé gravar con un 5% adicional las rentas anuales que superen los 90.000 euros y con un 10% las que excedan los 150.000 euros.