Los amaños hacen temblar el fútbol turco

bilbao. El lunes la UEFA lanzó un ultimátum a la Federación Turca de Fútbol (TFF): o la federación le invitaba al Fenerbahçe a renunciar a su plaza europea o sería la propia UEFA quien iniciaría una investigación por corrupción en el fútbol turco en general. La medida de presión dio sus frutos y la TFF anunció ayer, tras una reunión extraordinaria, que dejaba al campeón de Liga sin pasaporte europeo.

La raíz del problema viene de lejos. A finales de la temporada pasada se encendieron las alarmas por una posible red de amaños de partidos. La mafia de las apuestas había lanzado sus tentáculos sobre varios equipos del país. Los principales implicados son el Fenerbahçe, campeón de Liga, el Trabzonspor, subcampeón de Liga, y Besiktas, campeón de Copa.

La semana pasada una treintena de jugadores y miembros del Fenerbahçe ingresaron en prisión preventiva, incluido el presidente del club, Aziz Yildirim. Hasta sesenta personas han tenido que desfilar por los juzgados para testificar en relación al escándalo.

Según avanzan las investigaciones se sospecha que los resultados de 19 partidos se vieron alterados para beneficiarse por medio de las apuestas deportivas. El asunto ha puesto patas arriba el fútbol turco, ya que el Galatasaray y varios clubes menores han pedido que se depuren responsabilidades. Todo ello ha ocasionado que el inicio de la Liga turca se haya retrasado un mes. El presidente de la TFF, Mehmet Ali Aydinlar, decidió el 15 de agosto posponer cualquier posible sanción hasta que se levantase el secreto de investigación en los juzgados, pero la presión del órgano que preside Michel Platini ha precipitado los acontecimientos un día antes de que en Montecarlo se sorteasen los grupos de la Liga de Campeones.

La incertidumbre en el fútbol otomano es tal que el Besiktas, el actual campeón de Copa y el equipo en el que milita el exmadridista Guti, ha devuelto el trofeo hasta que se esclarezca lo ocurrido.