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Josep Lluís Núñez y su hijo, condenados a seis años de cárcel

El expresidente del Barça, culpable de cohecho activo y falsedad documental

Josep Lluís Núñez y su hijo, condenados a seis años de cárcelEFE

BARCELONA. La Audiencia de Barcelona condenó ayer a 6 años de cárcel al expresidente del Barcelona y constructor Josep Lluís Núñez, a otros seis a su hijo, y a 13 años al exjefe de la Inspección de Hacienda en Catalunya Josep Maria Huguet, por el denominado caso Hacienda, por el que ha quedado absuelto al financiero Javier de la Rosa. En un fallo leído públicamente en medio de una gran expectación, la Sección Novena de la Audiencia dio carpetazo a un asunto que a finales de la década de los noventa, en plena época del pelotazo, destapó una trama de corrupción en la que algunos empresarios sobornaban a excargos e inspectores de Hacienda para que hicieran la vista gorda en las inspecciones a sus sociedades.

Esta trama se comenzó a investigar cuando se desglosaron las diligencias del caso Torras y se abrió una nueva causa contra De la Rosa y destacados empresarios catalanes como los Núñez y los exaltos cargos de Hacienda en Catalunya Josep Maria Huguet y Ernesto Aguiar -que fue exculpado durante la instrucción-, cuya amistad con Josep Borrell forzó a este a renunciar a aspirar a La Moncloa en 1999. Tras un año para redactar la sentencia, la Audiencia ha condenado a catorce de los dieciséis acusados y únicamente dejó libre de todos los cargos al financiero Javier de la Rosa y a su asesor financiero Jorge Oller.

artificios y sobornos Según la sentencia, Núñez, situado en la cúspide del grupo Núñez y Navarro, y su hijo, junto con su mano derecha en gestión de impuestos, Salvador Sánchez Guiu, -también condenado a seis años-, desarrollaron "una compleja práctica ilícita" basada en "artificios fiscales" y en sobornos para eludir el coste fiscal de los beneficios que obtenía el grupo constructor. Para evitar ser descubiertos por Hacienda, se ganaron la voluntad de Manuel Abella, inspector jefe de Hacienda en Barcelona, y a Roger Bergua, exinspector regional adjunto, a los que proporcionaron viviendas a precio muy por debajo de su valor de mercado y les facilitaron "onerosa y graciosamente" las gestiones de adquisición, hipoteca, pagos de impuestos que estas compras comportaban, así como dinero en efectivo para hacer frente al pago de la hipoteca. En concreto, vendieron a precio muy por debajo de mercado un dúplex de lujo del grupo en la calle Balmes, una de las más caras de Barcelona, del que era arrendatario el inspector jefe de Hacienda. Además, le ingresaron 91 millones de pesetas (546.900 euros) en sus cuentas bancarias, entre 1991 y 1999, le pagaron las obras de reforma del dúplex y facilitaron que el director general adjunto de Caixa Cataluña le concediera una hipoteca en condiciones beneficiosas. Al sobornar con casi un millón de euros a Abella y Bergua, el grupo Núñez y Navarro logró dejar de declarar aproximadamente 2.182 millones de pesetas (13,1 millones de euros) entre 1991 y 1999.