Bogotá. La Policía de la ciudad colombiana de Cúcuta reconoció ayer que fue sorprendida con la entrada al estadio General Santander del cadáver de un menor de edad en un ataúd hecho por un grupo de aficionados en los últimos minutos del partido de la Liga del país entre el Cúcuta Deportivo y el Envigado. Los hinchas que estaban en los graderíos observaron con asombro cómo los seguidores de la barra del Indio burlaron todos los controles policiales y lograron introducir el féretro con el cuerpo de Cristopher Alexander Jácome Sanguino, de 17 años, quien fue asesinado a tiros el sábado anterior mientras jugaba un partido de fútbol. El menor era ferviente seguidor del Cúcuta Deportivo. La Policía aseguró que los militantes de esta barra brava tienen prohibido su ingreso en el estadio por antecedentes violentos. "Lo que sabemos es que de una manera concertada algunos hinchas de esta barra que estaban adentro tenían todo planeado con los que llegaron con el féretro en el momento en el que se abrieron las puertas del estadio para la salida de la gente".