Concluido el partido del Real Madrid en Riazor frente al Deportivo, el pasado sábado, con empate a cero goles; conocido que el Barça había liquidado dos horas antes su encuentro ante el Mallorca con solvencia (0-3), José Mourinho soltó la enésima excusa: "Los que hacen el calendario se ríen a mis espaldas porque se esconden, hacen lo que quieren y lo seguirán haciendo, y nos perjudican", dijo.

La gente normal, por decirlo así, interpretó estas palabras del técnico portugués como una pataleta más, una disculpa parvularia ante la evidencia: el Barça tiene siete puntos más que el Real Madrid, una distancia difícil de limar comprobada la consistencia mostrada por el equipo que dirige Pep Guardiola.

Los mourinhólogos, estirpe que abunda entre los medios de comunicación e interpreta que cada palabra del técnico luso, tan meticuloso con todo que dicen que es, siempre esconde un mensaje, creen que el preparador del Real Madrid vuelve a acusar a Jorge Valdano e incluso, en esta ocasión, al mismísimo presidente, Florentino Pérez, de no defender como debieran los intereses del equipo blanco.

Y, por lo que parece, el asunto del calendario debe repercutir poderosamente en los resultados del equipo, pues, según Mou y los mourinhólogos, está planificado con maldad, para dar más horas de descanso al Barça que al Real Madrid. En consecuencia, su equipo está un pelín más cansado que los azulgrana y eso se nota durante los partidos.

Tanto los diarios deportivos de Madrid como los de Barcelona han analizado y profundizado sobre la denuncia de Mourinho. Y tampoco cuadran las cuentas. Según el diario As, "un examen del calendario indica nueve momentos en los que el Madrid se vio desfavorecido con la asignación del día y de la hora para los partidos". Pero añade, y he ahí un importante matiz: "Esta materia corresponde a los propietarios de los derechos televisivos de la mayoría de los clubes, que proponen a la Liga los horarios según supuestos intereses de audiencia".

En el lado catalán también han recogido el guante lanzado por Mourinho. Así, el Sport acusa al entrenador madridista de demagogo y describe: "las fechas de todos los partidos de esta temporada, en una comparativa entre Barça y Real Madrid demuestran que el equipo más perjudicado ha sido... ¡el de Pep Guardiola!". Por su parte, Mundo Deportivo, el otro diario deportivo de Barcelona, agrega que "comparativamente, el Barça no sale ganando en absoluto. Lo que se pierde, se recupera después. Ninguna de sus teorías aguanta una embestida".

En resumidas cuentas. En los medios de comunicación de Madrid y Barcelona se ha dado mucho pábulo a la última excusa puesta por José Mourinho para concluir que el técnico tiene razón y la contraria.

En el Marca, gran defensor del entrenador madridista, su director adjunto Santiago Segurola escribe al respecto: "No me parece que el problema del Madrid con respecto al Barça sea de calendario. En ese sentido, la excusa de Mourinho no sólo me pareció pobre, sino falsa y dañina para sus propios intereses (...) El discurso de Mourinho es malísimo para él porque da la idea de un hombre inseguro, siempre pendiente de lo que les ocurre a los demás, siempre buscando razones para quejarse, como los adolescentes inmaduros y consentidos".

El genial Johan Cruyff también ha terciado en el asunto desde El Periódico de Catalunya, y señala a Mou: "El problema del Madrid no es el calendario, ni jugar antes o después del Barça. El problema es que corre más de la cuenta y sus jugadores acaban agotados".

La reflexión de Cruyff nos devuelve al sentir de la gente normal, que ve en Mourinho el perfil de un mal perdedor, superado por su antagonista en la carrera en pos del título liguero. Con el Barça a siete puntos del Real Madrid (ocho si tenemos en cuenta el golaverage particular, salvo un inimaginable 6-0 en el Bernabéu), el equipo azulgrana debe perder al menos tres partidos ligueros para ceder el liderato a su enconado rival, siempre y cuando el Madrid lo gane todo (ha cedido puntos ante los últimos clasificados, Almería, Levante, Deportivo y Osasuna, contra quien perdió, además del Barça, que le ganó 5-0).

El Barça afrontará mañana uno de los escollos más importantes, ya que juega en Mestalla con el Valencia, tercer clasificado, que no le gana desde la campaña 2006-2007.