El jefe de los ultras serbios, entre los 17 detenidos por los incidentes
bogdanov se escondió en el capó de un autobús tras liderar una violenta noche que conmociona a italia
roma. La Policía italiana arrestó a 17 ultras serbios, entre ellos el jefe de los facinerosos, durante los incidentes que se produjeron en Génova en ocasión del partido entre Italia y Serbia, valedero para la clasificación a la Eurocopa 2012.
Los ultras serbios protagonizaron en la noche del pasado martes una verdadera batalla campal antes de su entrada en el estadio Luigi Ferrari, que prosiguió también en el campo.
El comportamiento de los cerca 1.500 hinchas serbios provocó que el partido comenzase con más de media hora de retraso y, tras iniciarse, fuese suspendido por el árbitro cuando se llevaban jugados seis minutos, después de que una bengala pasase rozando al portero italiano, Emiliano Viviano. Pero la batalla continuó fuera del estadio.
La Policía comunicó ayer que los altercados se saldaron con 16 heridos leves, entre ellos dos carabineros (policía militar italiana) y 17 detenidos. Entre los arrestados se encuentra el ultra Ivan Bogdanov, de 30 años, el joven tatuado y cubierto con un pasamontañas que encaramado a la valla de contención incitaba a los radicales serbios a que continuasen arrojando objetos al campo.
La foto de Bogdanov, jefe del llamado grupo ultra Tigres de Arkán, que toma el nombre del conocido criminal de guerra durante el conflicto en la ex Yugoslavia, fue ayer la imagen que recoge la prensa italiana para describir el caos que se vivió ayer en Génova.
La Policía encontró a Bogdanov escondido en el capó delantero del autobús en el que tenían que volver a casa los aficionados serbios.
La prensa italiana habló ayer de que se evitó otro Heysel, la tragedia del 29 de mayo de 1985 durante la final de la Copa de Europa en Bruselas, en Bélgica, en el que murieron 39 aficionados a causa de una avalancha debido a la violencia protagonizada por los ultras del Liverpool.
Otro de los temas de debate en Italia es cómo se dejó viajar a los aficionados serbios a Italia y, sobre todo, cómo se les permitió la entrada en el estadio con un verdadero arsenal de petardos y bengalas.