a800 kilómetros de Bilbao, el rugir de unos leones crece. No es por la cantidad, sino por la pasión. No eran muchos los aficionados del Athletic que copaban las gradas del simpático Francisco Bonet, pero los sentimientos, lejos de la cúpula afectiva, se intensifican. Presume uno más de sus colores. E fervor tiene otros aires al que desprende ese mismo calor en Bizkaia. Adquieren otra dimensión. Así, Almuñécar, de casas blancas mirando a la playa de oscura arena, concentró la admiración por el Athletic. Se adora también a los pequeños, a los protagonistas ayer, a los portadores de ilusión. A los juveniles. Por eso, los aficionados rojiblancos más animados viajaron desde Bilbao para ver la final de la Copa.
Eran, principalmente, los corazones andaluces con palpitar bilbaino los que coloreaban las gradas del estadio granadino. Una familia al completo viajó desde Huelva en autobús para presenciar la final. Y una animada seguidora, desde Castellón para ver a los cachorrillos sin más compañía que la pasión. Rojiblancos individuales también salpicaban la tribuna del campo. Por allí andaba Juan, con la camiseta que le regalaron el viernes varios miembros del cuerpo técnico que encabeza Bingen Arostegi. "A ver si ganamos", gritaba con gesto compungido. Estaba nervioso. Vizcainos de nacimiento asentados en Andalucía no quisieron perderse la oportunidad de sentir su tierra más cerca gracias a la proeza de los juveniles de Lezama.
Los seguidores del Real Madrid no fueron menos y también acompañaron a los suyos. De hecho, el estadio estaba dividido. Más de mil personas presenciaron la final. Los ruidosos, eran los del Madrid; los de las banderas al viento, los del Athletic.
Y también acudieron al campo los vecinos de Almuñécar, el municipio que pujó por albergar esta final y que ganó. Desde el viernes, coches surcaban la ciudad anunciando el estelar duelo. Si bien es cierto que se decantaba más por el bloque madridista, el himno sonando y la bandera le delataban. Se respira fútbol en esta localidad que ya acogió la disputa de la Copa de Campeones juvenil el pasado año y una eliminatoria del Europeo sub"17.
Macua e Irureta, en el palco Y el palco, de lujo. El presidente bilbaino, Fernando García Macua; el director deportivo de Lezama, Javier Irureta, además de varios directivos como Juan Pedro Guzmán o Juan Manuel Delgado. Por parte del club blanco, estuvo el director general del club, Jorge Valdano, y el director deportivo, Miguel Pardeza.