MÁLAGA: Munúa; Gámez, Hélder, Iván González, Mtiliga; Javi López (Min. 78, Juanito), Apoño, Fernando, Duda; Benachour (Min. 83, Luque) y Caicedo (Min. 59, Obinna).
REAL MADRID: Casillas; Sergio Ramos, Garay, Albiol, Marcelo; Gago (Min. 59, Guti), Xabi Alonso, Granero (Min. 71, Benzemá), Van Der Vaart (Min. 80, Drenthe); Higuaín y Cristiano Ronaldo.
Goles: 1-0: Min. 9; Duda. 1-1: Min. 48; Van der Vaart.
Árbitro: Undiano Mallenco (Comité navarro). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores del Málaga Gámez, Hélder, Obinna y Luque), y a los del Real Madrid Sergio Ramos, Higuaín, Guti y Cristiano Ronaldo. Expulsó con roja directa a Duda por agresión a Xavi Alonso (minuto 90).
Incidencias: 30.000 espectadores en La Romareda.
BILBAO. Al menos nadie podrá cuestionar la profesionalidad del Real Madrid, que hasta el suspiro final tuvo a los seguidores del Málaga al borde del colapso. Si los goles que llegaban del Camp Nou impedían ya el milagro blanco, el tanto que el Valencia endosó al Tenerife en los últimos compases certificó que los de La Rosaleda militaran en Primera División la próxima temporada. Duda fue el primero en apostar por la salvación en el minuto nueve aprovechando un taconazo de Felipe Caicedo. Pero tras el descanso Van der Vaart apretó la soga, después de que Undiano Mallenco escamoteara un penalti de Sergio Ramos sobre el propio Caicedo. Una acción que por suerte para los locales no acabó influyendo.
La segunda era de Florentino se cerró en blanco, sin títulos que celebrar después de una inversión de 250 millones de euros. Todo un golpe para el ego del presidente. "Tendremos que hacer en un año lo que normalmente habríamos hecho en tres", resumió nada más ocupar la silla del trono sin oposición en las urnas. Esta peculiar filosofía incluyó a nombres como los de Cristiano Ronaldo, Benzemá o Kaká. Pero de todos ellos, sólo el portugués respondió a las expectativas levantadas con pegada y deseos de victoria. El ridículo en la Copa y caer de nuevo en octavos de la Champions fueron un gran lastre para el madridismo. Ante esta perspectiva no extraña que el nombre de Manuel Pellegrini encabece la lista de señalados. No tanto por la afición, que apoya muy mayoritariamente al entrenador, sino por el dirigente y por un sector influyente de la prensa, que apuesta por Jose Mourinho. Por menos motivos (después de ganar una Liga) echó Florentino a Del Bosque en 2003.
El partido de ayer dejó asimismo la imagen de Chendo, delegado del Madrid, y Guti abroncándose uno al otro junto al banquillo, en el que fue último encuentro de uno de los emblemas de un sector de la hinchada. Con él es probable que haga también las maletas Raúl, y más de un secundario. La incógnita reside en cómo detendrá esta vez Florentino el golpe que le ha asestado el Barcelona. Por de pronto, éste se le ha adelantado en cuanto a las futuras incorporaciones, pero al Real Madrid no le quedará otra que contraatacar otra vez con ilusión. ¿Rooney? A saber. Pero la ausencia de un proyecto continuista, el humo y las prisas pueden volver a condenarle. Por mucho que 96 puntos son un registro espectacular, a la altura de un campeón, concluir la campaña sin visitar la Cibeles no puede sonar a otra cosa más abrupta que la simple decepción. Tiempos de penumbra en Concha Espina.