zamudio

Encima de la mesilla un despertador repica el toque de mañana. Un piso del Casco Viejo de Bilbao se sacude el amanecer a golpe de rutina. Matiné en clase. Mediodía de descanso. Cuatro futbolistas llegan a Zamudio para entrenarse a las órdenes de Kike Liñero. "Llevan aquí desde principio de temporada", señala el técnico. Con el ceño fruncido en un gesto espera, el entrenador mira el camino que linda el aparcamiento con campo de juego. "¡Aupa Kike!", exclama uno de los jóvenes. Con un rostro de edad incierta amanece como copiloto de un automóvil granate In Seong Jung. Tiene 22 años y trabaja para el agente FIFA Manuel Colmenero, haciendo labores de traducción. Asimismo, el coreano actúa como tutor de sus tres compañeros de piso -"a los mayores se les tiene mucho respeto. Forma parte de la cultura asiática. Aquí..."- y compatriotas, que saltan del coche poco después que él. Son Kwon Ho Moon, Jin Su Jeon y Hyung Hu Chin, de 19, 15 y 13 años, respectivamente. Conduce Colmenero. "Estos chicos estarían entrenando todo el día si pudieran. Para alguien que les prepara es muy gratificante", exclama Liñero, que les anima a entrar al vestuario y cambiarse para iniciar la sesión cuanto antes, ya que "tenemos poco tiempo y hay que aprovecharlo". "Los martes hacemos trabajo físico, una semana en gimnasio y otra en campo, y los miércoles realizamos sesiones teóricas, para que entiendan el trabajo de campo", desglosa el de Gordexola.

Mientras los cuatro futbolistas se cambian en el vestuario queda tiempo para repasar la iniciativa. "Manuel Colmenero, muy respetado en Asia por su labor en el taekwondo, se introdujo en el mundo del fútbol hace unos años y comentó la idea y trae a los chavales para aprender castellano e ir al colegio, además de jugar. No concibo que puedan venir desde Corea única y exclusivamente a jugar a fútbol. Tiene que haber una labor de enriquecimiento", explica Liñero. Apostado en las vallas que delimitan el campo, Colmenero apostilla las aclaraciones del técnico. "Vienen de familias con medios económicos para pagarles la estancia y el viaje. Surgió la oportunidad y lo hicimos y ya estamos preparando más remesas", admite el agente FIFA, responsable del fichaje de Cho Won-Hee por el Wigan inglés. Cuando vuelven a sonar el quicio de las puertas porque los cuatro futbolistas salen de las entrañas del vestuario surge el nombre de Juan Carlos Santibáñez. "Él se encargó de encontrar clubes para los tres chavales. Moon juega en el Zamudio B de División de Honor, Jeon en el Danok Bat de Liga Vasca y Chin en el Begoña de Liga escolar. La labor de Juan Carlos ha sido fundamental", remienda el técnico.

"¡Vamos!", espeta Kike y los muchachos comienzan a tocar el balón y a calentar dando vueltas al terreno de juego. Se intuye su interés por el verde, su hábitat del pasto. "Son unos chicos muy disciplinados; al contrario que los de aquí. El nivel de vida es más cómodo y tienen mayores formas de ocio, sin embargo, la cultura es completamente diferente. Allí la gente se desvive por el fútbol y trabajan todo lo posible. Son competitivos y lo dan todo. Los chicos de ahora prefieren jugar a la Play Station con un juego de fútbol, que bajar a practicarlo a la calle, como hacíamos antes, aunque fuera pegando patadas al balón contra la pared", analiza el entrenador de Gordexola.

Chin se acomoda el balón en la izquierda para empezar el ejercicio planteado por su técnico. Moon le mira. Ojos cómplices bajo la atenta mirada de Liñero. "Hacen un trabajo analítico, específico y muy concienzudo. Ahora realizamos controles y demás técnicas únicamente con la zurda, para mejorar la calidad", remacha el entrenador. Mientras tanto, Jung controla la pelota para que no caiga. "In Seong estuvo haciendo las pruebas para entrar a formar parte de La Masía", declara Colmenero.

"Cuesta enseñarles a ser competitivos. Sin embargo, con la ilusión y ganas que tienen acaban por progresar mucho. Estoy observando semana a semana una gran adaptación y mejora. Sin ir más lejos, la anterior etapa llegó un chico de trece años, Kim, al que todos llamamos cariñosamente Iker, que tenía un nivel muy bajo, pero era tremendamente listo. Estaba muy verde, pero la semana pasada nos enteramos que ya está entrando en la selección coreana sub"15. Lo importante son las ganas de aprender. Son como esponjas", remata el de Gordexola.

viaje a corea Si el volcán Eyjafjallajökull lo permite, Liñero y Colmenero partirán el próximo 29 de abril para iniciar un tour por China y Corea del Sur. "Primero iremos a China para ver un club profesional que estoy montando. Después iremos a Corea a observar al Seúl", revela el agente. "Veremos si se pueden hacer clínics y charlas. Cuando escuchan a Kike, los asiáticos se sorprenden gratamente", admite.

"En un principio miraremos lo que hay. Si surge alguna oferta y me satisface, no cerraré puertas. Contrastaremos en el plano profesional el nivel y si me ofrecen algo bueno para mí y mi familia aceptaré", finaliza Liñero con la vista centrada en el campo.