bilbao. El Barcelona inicia hoy ante Osasuna el primero de sus cinco difíciles compromisos antes de visitar el Bernabéu, un calendario muy exigente que no debe afectar al rendimiento porque, según su técnico, Josep Guardiola, "estamos en el tramo final y el cansancio ya no existe".

En apenas dos semanas, el Barça debe medirse a Osasuna, Mallorca y Athletic en Liga y por dos veces al Arsenal en la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones. Para Guardiola, ha llegado la hora de la verdad, pero dice estar tranquilo, ya que el equipo "ha recuperado el tono competitivo en las últimas jornadas".

Guardiola también ha recuperado sus mejores sensaciones, a tenor de sus palabras de ayer. "Quedan once jornadas para acabar y muchos puntos por disputarse. La Liga ni siquiera se decidirá en el Bernabéu, pues después de ese partido aún quedarán otros ocho. Que son líderes, perfecto. Vamos a ver si podemos quitarles el liderato esta semana o la siguiente", ha señalado.

Para que esto suceda, el Barcelona tendría que empezar por ganar hoy a Osasuna en el Camp Nou (20.00 horas, C+Liga y Gol tv).

Sobre el gran momento de Lionel Messi, -"la perspectiva para saber si es el más grande de la historia mejorará cuando él decida dejar de jugar", opina Guardiola-, el entrenador barcelonista tiene claro que, lejos de generar envidia en un vestuario lleno de cracks, está repercutiendo positivamente en el grupo.

Adelantó, no obstante, que Messi no siempre podrá hacer tres goles en un mismo encuentro, "pero tengo cuatro o cinco jugadores que darán un paso adelante. Lo harán, porque ya lo han hecho en el pasado, y esa es la tranquilidad que tengo".

procedimiento extraordinario Por otro lado, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió ayer incoar procedimiento disciplinario extraordinario a Guardiola por las declaraciones que realizó sobre el colegiado del Almería-Barcelona, del último 6 de marzo.

La decisión del Comité de Competición ha sido adoptada tras estudiar las alegaciones presentadas por el Barcelona y a instancias del colectivo arbitral, indignado porque Guardiola tachó de mentirosos a Carlos Clos Gómez y José Luis Gallego Galindo, arbitro principal y asistente, de aquel partido.