Son más, como Pepe Reina, actual portero del Liverpool e hijo de Miguel, que defendió la portería del Barça o Atlético de Madrid; pero en la actual fisonomía futbolística del Estado emergen cuatro casos de jóvenes futbolistas, hijos de eminentes jugadores, que han crecido y están desarrollado con vigor sus respectivas carreras. Se trata de Xabi y Mikel Alonso, hijo de histórico medio de la Real y el Barça Periko Alonso; Jordi Busquets, retoño de aquel heterodoxo portero azulgrana; Thiago, cuyo progenitor es Mazinho, todo un campeón del mundo; y Adrián González, el vástago de Michel.

Xabier y Mikel, de selecta saga

El punto de anclaje del Real Madrid galáctico

Periko Alonso, aquel rocoso centrocampista defensivo, forma parte de la historia más grande de la Real Sociedad, la de los títulos a comienzo de los ochenta. Luego prolongó su fructífera carrera en el Barça y presenta una amplia trayectoria con la selección española. De tan palo salieron mejores astillas. De sus tres hijos, uno se quedó en el camino, y se metió árbitro. Otro juega en el Tenerife, lo cual no es poco, y el tercero Xabier Alonso, después de madurar en la Real y sobre todo en el Liverpool, se ha convertido en la pieza fundamental sobre la cual el Real Madrid galáctico se propone recobrar su grandeza. Lo tiene todo. Toque, visión de juego, jerarquía, gol, y desde luego lleva camino de superar la excelente trayectoria de su padre, alejado del fragor del fútbol después de sufrir sobremanera durante unos meses como técnico de la Real Sociedad.

sergio busquets, hijo de Carlos

El día en que paró una plancha que caía sobre su hijo

Embutido en sus pantalones de chandal, aquella estampa de Carlos Busquets no se correspondía a la de un portero tradicional. Más bien al contrario. Pero Cruyff le otorgó la grandeza al colocarle como alternativa a Zubizarreta, más que nada porque sabía jugar el balón con los pies y el estilo de juego implantado en el Barça por el profeta del gol requería una tipología como la suya. Una vez Busquets fue noticia por unas extrañas quemaduras en las manos. "Se caía la plancha y me lancé sobre ella para que no dañara a mi hijo", pretextó Carlos Busquets sobre unas heridas causadas, al parecer, por manejar una moto, algo que está absolutamente prohibido. El hijo en cuestión se ha convertido en poco más de un año es un destacado centrocampista del luminoso Barça de Guardiola, que probablemente formará pareja con Xabi Alonso en la selección española que aspira a ser campeona del mundo en Sudáfrica.

Adrián González, hijo de michel

Yo estaba antes en el Getafe

Para zanjar controversias antes de producirse, Adrián González advierte que él ya estaba en las filas del Getafe antes de que el equipo madrileño fichara a su padre como entrenador. También está curtido en la cantera del Real Madrid. Otra cosa es que llegue a la categoría de su progenitor, lo cual es mucho. Michel intentó durante el pasado mercado invernal el traspaso de su hijo a otro club, harto de aguantar lenguas viperinas, que siempre surgen cuando se da una relación así y algo no funciona.

de Mazinho, Thiago Alcántara

La nueva savia del Barça

El gran Mazinho formó parte de aquel cinturón de hierro, junto al gran Mauro Silva y Dunga, el actual seleccionador brasileño, que forjó Brasil para recuperar el esplendor perdido y ganar el Mundial de Estados Unidos"94. Mazinho desplegó una fructífera carrera futbolística en el Celta y en el Valencia. Se afincó en Vigo y tiene un hijo que ha sido amamantado en la Masia culé. Es Thiago Alcántara, delantero, que ya comienza a asomar en el primer equipo culé y en la jornada 23 ante al Racing anotó el cuarto gol (4-0).