Bilbao. La consigna que tenían los jugadores del Atlético de Madrid era clara: si se da el caso de protestar al árbitro, hay que hacerlo todos juntos, porque así lo tendrá más complicado para sacar tarjetas.

Y además se le acojona, le faltó por decir públicamente a Quique Sánchez Flores, entrenador del equipo colchonero, y más si se trata del colegiado cántabro Pérez Burrull, a quien el Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha decidido sustituir, junto a su asistente, Lamsfús Bartolomé, para el encuentro Osasuna-Getafe del próximo domingo a consecuencia de su mal arbitraje durante el Atlético-Valencia (4-1) disputado el pasado domingo.

¿Motivo? Se sabe, pero no se dice porque, si por algo destaca el citado Comité, es por la opacidad con la que rodea la toma de decisiones.

Pérez Burrull montó el gran follón en el estadio Vicente Calderón en el minuto 28 del encuentro al pasar por alto una clara mano de Marchena dentro del área valencianista instantes después de ignorar otra pena máxima cometida por Banega sobre Reyes.

Mientras el estadio se convirtió en un clamor, los jugadores del Atlético rodearon al colegiado cántabro y con gestos agresivos le conminaron a que consultara la jugada con el cuarto árbitro, ya que tampoco Lamsfús Bartolomé, el árbitro auxiliar situado en la banda que debía vigilar la jugada en cuestión, le aclaró nada.

Burrull, tras preguntar a Jorge Figueroa Vázquez, colegiado sevillano que jamás ha dirigido un partido en Primera, decidió señalar penalti y expulsar al defensa valencianista Marchena.

La controvertida acción resultó decisiva en el curso del partido, hasta entonces dominado por el Valencia con un gol de Silva. Forlán anotó el penalti y empató un encuentro que se puso muy cuesta abajo para el Atlético de Madrid.

"Es que se me ha estropeado el pinganillo", explicó Burrull a los jugadores del Valencia a modo de justificación, traicionado por su mala vista y la tecnología.

"aprende a tirarte" Precisamente Burrull debía haber pitado el próximo domingo en el Reyno de Navarra a Osasuna, equipo contra quien la pasada temporada cometió otra tropelía aún mayor que le costó otro encierro en la nevera durante un mes. Ocurrió el 19 de enero de 2009, en el transcurso del Real Madrid-Osasuna. Pérez Burrull no señaló dos claros penaltis sobre Juanfran y, además, expulsó al jugador rojillo por doble amonestación. Una, por protestar la primera pena máxima. Otra, por simular penalti.

Para rematarla, Burrull se acercó a Juanfran y le dijo "Si te tiras, por lo menos tírate bien", y dejó pasmado al futbolista madrileño.