bilbao. La polémica tuvo un evidente titular en la prensa gala: La mano de Dios. Tan irrefutable como la jugada de la discordia. Ésa en la que Henry controla el balón con su mano para dar el pase de gol a Gallas en la prórroga del partido ante Irlanda, el tanto que dio a Francia el billete para el Mundial de 2010. La Federación Irlandesa de Fútbol ha solicitado a la FIFA que se repita el partido, algo que, no obstante, el máximo organismo internacional de fútbol descartó ayer por la mañana en un comunicado. La Federación Irlandesa, apoyada incluso por el ministro de Justicia, Dermot Ahern, reclama la repetición del encuentro porque "esta decisión errónea del árbitro daña gravemente la integridad del deporte y por eso debemos pedir a la FIFA que se repita el partido para preservar el juego limpio en nuestro deporte". Además, Eire se basa en un antecedente, el del año 2005 cuando la FIFA anuló un Bahrein-Uzbekistán por "un error técnico del árbitro".

La escandalosa eliminación de Irlanda se ha convertido en una cuestión de Estado. "No concederán la repetición del partido porque no somos nadie en el fútbol mundial, pero pongamos (a la FIFA) en el aprieto. Es lo menos que le deben a miles de jóvenes seguidores que se sienten desolados. Si se mantiene el resultado, se reforzará la idea de que conviene hacer trampas para vencer", manifestó el ministro de justicia del país. El seleccionador irlandés, Giovanni Trapattoni, explicó la flagrante jugada: "El árbitro ha dudado, ha preguntado al linier. Tendría que haber preguntado a Henry. La FIFA nos habla mucho de juego limpio y luego no se aplica". "Estoy seguro de que si el árbitro hubiera preguntado a Henry, éste habría confesado que se llevó el balón con la mano. No es la primera vez que un árbitro pregunta a un jugador", añadió.

Pero Irlanda se siente también robada por los presidentes de la FIFA, Joseph Blatter, y de la UEFA, Michel Platini. Antes de partir de París, el capitán del once del trébol, Robbie Keane -que ya había afirmado tras el partido que "la mano es evidente, no somos tontos. La FIFA no nos quería en el Mundial"- ironizó sobre la felicidad de ambos dirigentes, quienes "probablemente están aplaudiendo, Platini, ahí sentado al teléfono con Sepp Blatter, quizá mandándose mensajes de texto, encantados con el resultado".

Pero al que apuntan todos los dardos es a Thierry Henry. Por ejemplo, Tony Cascarino, ex delantero del combinado irlandés, calificó al atacante de los bleus como "tramposo hipócrita". El periódico The Irish Times abría ayer sus páginas deportivas con titulares como: Henry traicionero, tus artes engañosas te marcarán. Y entre tanto, el protagonista confiesa que "no voy a mentir: hubo mano. La pelota pegó en mi mano y yo continué jugando. El árbitro no pitó y fue gol". El delantero del Barcelona continuó con sus explicaciones: "Evidentemente, yo habría preferido que sucediera de otra manera, pero yo no soy el árbitro...". En cualquier caso, Henry no quiso hablar de robo. "No creo que nuestra clasificación sea robada", zanjó el francés.