Bélgica 1

Portugal 0

BÉLGICA: Courtois; Vermaelen, Vertonghen, Alderweireld; Meunier, Tielemans, Witsel, Thorgan Hazard (Min. 95, Dendoncker); De Bruyne (Min. 48, Mertens), Lukaku, Eden Hazard (Min. 87, Carrasco).

PORTUGAL: Rui Patrício; Dalot, Pepe, Ruben Dias, Guerreiro; Joao Moutinho (Min. 55, Joao Félix), Palhinha (Min. 78, Danilo), Renato Sanches (Min. 78, Sergio Oliveira); Bernardo Silva (Min. 55, Bruno Fernandes), Cristiano Ronaldo, Diogo Jota (Min. 70, André Silva).

Gol: 1-0: Min. 42; Thorgan Hazard.

Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a los belgas Vermaelen y Alderweireld, y a Palhinha, Dalot y Pepe.

Incidencias: Partido de los octavos de final de la Eurocopa, disputado en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, ante unos 16.000 espectadores, el aforo máximo permitido por las medidas contra la COVID-19. Los jugadores se arrodillaron en el césped antes del inicio contra el racismo y la xenofobia.

Un gran gol al filo del descanso de Thorgan Hazard, hermano menor de la saga, clasificó a Bélgica para los cuartos de final de la Eurocopa al ganar a la vigente campeona, que dio siempre la cara, pero, con Cristiano Ronaldo peleado con el gol, le faltó más acierto y también fortuna.

El primer tiempo fue igualado y con pocas ocasiones, aunque el menor de los Hazard rentabilizó la más clara a los 42 minutos con un perfecto tiro desde la frontal y adelantó a Bélgica, que el viernes se medirá en cuartos a Italia, pues en la reanudación Portugal lo intentó sin éxito por todos los medios y quizás mereció algo más, pero Thibaut Courtois evitó el empate tras cabezazo de Rubén Dias y luego Raphael Guerreiro mandó el balón a la cepa de un poste.

Se medían en un duelo a todo o nada, el último en La Cartuja, dos de las sensaciones de la Eurocopa, por juego y pegada: Bélgica, con pleno de victorias en su grupo y 7 tantos; y Portugal, campeona actual, también con 7 goles y que, tras un triunfo y una derrota, logró el pase a octavos al final con su empate ante Francia (2-2).

Ambos equipos salieron a competir, muy decididos y sin renunciar ninguno a tener el balón, aunque los lusos trataron de imprimirle más velocidad al juego y avisaron primero con un tiro desviado del extremo del Liverpool Diogo Jota, a pase de Renato Sanches, frente al juego más sereno, de elaboración y toque, de los belgas.

Los Diablos Rojos buscaron entrar por las bandas, sin éxito ante la seriedad y el orden atrás de su rival, y buenas conexiones arriba apoyándose en el juego de espaldas de Lukaku, como en sendos intentos baldíos de Eden Hazard, que remató mal y alto en el último de ellos. Aún así, Portugal nunca se dejó intimidar.

Al equipo de Martínez le faltó más profundidad y echó en falta a De Bruyne, más perdido que otras veces, hasta que a los 42 minutos emergió la calidad belga con un gran gol desde la frontal de Thorgan Hazard. A pase de Meunier, recortó hacia dentro y sorprendió de un fuerte chut a Rui Patrício para hacer el 1-0.

Tras el descanso, apenas se llevaba un minuto y se lesionó De Bruyne, que fue sustituido por Dries Mertens. Un serio contratiempo para Bélgica, que se quedaba sin su organizador, sin el talento y el último pase del fino jugador del City, lo que intentó aprovechar Portugal, que, sin más remedio, tenía que buscar un gol como fuera.

Santos buscó más llegada y contundencia arriba, y pronto sacó al campo a Bruno Fernandes, y a Joao Félix, por los mediocampistas Bernardo Silva y Moutinho, y finalmente a un hombre con mucho más gol como André Silva, exdelantero del Sevilla ahora en el Frankfurt, por Diogo Jota.

Ronaldo, siempre peligroso, no entró demasiado en juego y, a diferencia de los tres partidos anteriores (5 goles), tuvo la pólvora mojada.

Durante casi toda la segunda mitad, y sobre todo en el tramo final, Bélgica se dedicó más a controlar. A base de orgullo e insistencia, Portugal generó ocasiones para haber empatado. Sin embargo, le faltó tino y quizás algo de suerte, pues Ruben Dias tuvo el empate con un cabezazo en el 82, pero Courtois salvó el gol con los puños; y un minuto después Guerreiro remató a la base del poste izquierdo del meta belga y todo desembocó en la alegría belga y decepción lusa.