BÉLGICA: Courtois; Alderweireld, Boyata, Vertonghen (Min. 77, Vermaelen), Castagne (Min. 28, Meunier), Tielemans, Dendoncker, Torgen Hazard; Mertens (Min. 72, Eden Hazard), Carrasco (Praet, min.77) y Lukaku.

RUSIA: Shunin; Mario Fernandes, Semenov, Dzhikiya, Zhirkov (Min. 44, Karaváev); Bárinov (Min. 46, Divéev), Ozdóev, Zobnin (Min. 63, Mukhin), Golovín, Kuzyáev (Min .30, Chéryshev; Min. 63, Miranchuk); y Dzyuba.

Goles: 1-0: Min. 10;Lukaku. 2-0: Min. 34; Meunier. 3-0: Min. 88; Lukaku.

Árbitro: Antonio Mateu Lahoz. Sin amonestaciones.

Incidencias: Primera jornada del Grupo B de la Eurocopa, estadio Krestovski de San Petersburgo con 26.264 espectadores.

Bélgica, la número uno del ranking FIFA, confirmó todas las expectativas creadas y ganó a Rusia ante su público con suma facilidad, tanto que Bob Martínez sacó en los 20 minutos finales a Heden Hazard para que le fuera tomando el pulso a la competición con los rusos como sparring. Los chicos de Stanislav Cherchésov fueron tan inocentes que facilitaron las cosas a sus contrincantes y en especial a Romelu Lukaku, que sació su ansia depredadora con dos goles.

Los errores defensivos del combinado ruso resultaron obscenos. Fallos de concentración o los nervios del debut, como el cometido a los diez minutos por Seménov. En el despeje, puso el gol en bandeja para la zurda de Lukaku, que para celebrarlo se acercó a una cámara con la intención de mandarle todo el cariño del mundo a su compañero en el Inter, Christian Eriksen, conmocionado durante el Dinamarca-Finlandia. De hecho, a la media hora se produjo un espectacular choque entre Castagne y Kuzyáev y un escalofrío recorrió el ambiente. El futbolista belga fue sustituido inmediatamente y el ruso, aparatosa venda en la cabeza mediante, minutos después.

No jugó (aún no se le espera) la gran estrella Kevin de Bruyne, a quien en la final de la Champions le rompieron el tabique nasal, y tampoco estuvo otro futbolista clave, Axel Witsel, que aún no está del todo en forma tras recuperarse de una grave lesión. Tampoco necesito Bob Martínez recurrir a su magisterio, pues con lo que tenía se bastó y sobró para sacar adelante la empresa sin ningún sobresalto. A ello contribuyó su colega, Cherchésov, cambiando sistema y hombres sin mucha enjundia. Por ejemplo, sacó a Chéryshev, el héroe del Mundial, a la media hora y a los 63 minutos le sustituyó por Miranchuk dejando atónito al valencianista.

A Rusia le espera ya una final ante Finlandia, próximo rival y sorprendente ganador en Copenhague.