Las recientes pintadas amenazantes en un frontón de Hernani contra la Ertzaintza y el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, y los incidentes que se han registrado en las últimas semanas en la citada localidad guipuzcoana, Vitoria, Beasain y Azpeitia han devuelto a la palestra imágenes del pasado. La intolerancia y el extremismo han regresado a las calles en una serie de episodios cargados de violencia que representan una amenaza para la convivencia y que lleva peligro de convertirse en una espiral veraniega. En la mayoría de los casos, los altercados se han registrado en contextos festivos, de madrugada, y con ataques y agresiones tanto a la Ertzaintza como a las policías locales, un cuerpo policial que, salvo en casos aislados, hasta la fecha no sufría las agresiones de los violentos durante los disturbios. La condena explícita de este tipo de hechos debería ser unánime, sin matices ni justificaciones. Sin embargo, no ha sido el caso. Frente a la repulsa de la mayoría de los partidos, EH Bildu ha exhibido un discurso muy crítico y duro con las últimas actuaciones de la Ertzaintza, que considera desproporcionadas. El partido independentista ha llegado a cuestionar estos últimos días que la Policía vasca sea “democrática” y ha reclamado “un cambio de modelo policial”. No es la primera vez que la formación abertzale demanda una profunda reforma de la Ertzaintza, una exigencia en la que camina sola ya que entre los partidos existe consenso acerca del modelo policial imperante, mayoritariamente aceptado. Las graves amenazas a la Ertzaintza y a Zupiria han sido un paso más en este cúmulo de incidentes. Si bien la postura de EH Bildu en relación a estas algaradas callejeras deja mucho que desear, es cierto que la respuesta dentro de sus propias filas no ha sido coincidente. Mientras la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, en ningún momento expresó su apoyo a los agentes de la Ertzaintza agredidos, el alcalde de Hernani, Xabier Lertxundi, por contra, manifestó su solidaridad con Zupiria y ordenó la limpieza de las pintadas, que ayer mismo estaban borradas. La paz, la convivencia y el respeto a las instituciones deben prevalecer frente a quienes solo desean violentar y radicalizar el clima social.