Esta semana se han cumplido cinco años desde que se tuvo noticia por primera vez de la enfermedad del covid. Con este motivo, la Organización Mundial de la Salud ha publicado una actualización sobre el estado de la enfermedad acompañado de un detallado balance con los devastadores efectos que provocó en todo el mundo. Porque esta es la primera conclusión que se extrae de la lectura del informe, que el covid es un fenómeno planetario que ha alcanzado a 234 países en los que se han registrado 776 millones de casos y 7 millones de muertes. Sobre el covid hay que seguir hablando en tiempo presente, el virus que lo causa sigue circulando e infectando y es causa de enfermedad aguda grave. Según el último parte, correspondiente al periodo entre el 14 de octubre y el 10 noviembre de este año, 77 países han informado de nuevos episodios, notificando el fallecimiento de 27 personas. Son números que deben ser cogidos con cautela debido a la disminución de pruebas. Entre las consecuencias más graves del covid, hay que citar los casos persistentes. Se calcula que el 6% de las infecciones dan lugar a síntomas de este tipo. Frente a los negacionistas y agoreros de aquellos días, la OMS certifica que ha sido la vacunación el método más eficaz contra el SARS-CoV-2, y en particular para los de sintomatología persistente. Para sonrojo del primer mundo, esta crisis ha vuelto a poner de manifiesto que ante el covid también hay clases porque como destaca en su informe la organización sanitaria, los países ricos presentan cinco años después tasas de vacunación más elevadas, tanto en primera dosis como en las siguientes. Pese a que el virus sigue entre nosotros, la fase más aguda de la pandemia, la que clausuró la vida comunitaria, es historia, tanta que a veces da la impresión de que existe un consenso para pasar página, lo que puede ser positivo a nivel personal pero encierra muchos riesgos como sociedad si renunciamos a aprender las lecciones de esta crisis sanitaria sin precedentes. Porque como avisa la OMS, la cuestión no es si habrá o no una próxima pandemia, sino cuándo ocurrirá. Aún estamos a tiempo y tenemos la memoria de lo que nos ocurrió suficientemente fresca para preparar una respuesta ante una nueva pandemia. Por desgracia, el informe de la OMS constata que los estados miembros no han adoptado las medidas necesarias a medio y largo plazo para hacer frente a nuevas enfermedades infecciosas.
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